viernes, 28 de octubre de 2011

LA VIDA CON PROPOSITO --jennifer Hoffman

¿Cuál es el propósito de la vida? ¿Cuál es el propósito de nuestra presencia
en la tierra? ¿Qué estamos haciendo aquí y cómo podemos saber si estamos
viviendo nuestro propósito? ¿Hay un camino específico que se supone que
debemos seguir y cómo podemos saber si lo estamos siguiendo o no? ¿Qué pasa
si no lo seguimos? Si nuestro propósito es de naturaleza espiritual, ¿por
qué tanta gente parece estar viviendo en el mundo material, con total
ignorancia de su propósito espiritual, y parece que les va bien e incluso
prosperan? ¿Cuál es su propósito? ¿Cómo se supone que vamos a conocer
nuestro propósito, y cuándo vamos a saber que lo hemos completado?

Se produce un profundo cambio en nosotros cuando caminamos por el camino
espiritual y empezamos a escuchar un callado llamado interior a considerar
otros aspectos de la vida. Esta voz interior nos despierta a una especie de
descontento, donde ya no estamos contentos ni satisfechos con la vida que
llevamos. Sabemos que hay algo más que necesitamos y no es más dinero ni
cosas. Hay algo real, aunque intangible, que anhelamos. Una vez que
comenzamos a prestar atención a ese llamado, nuestra vida pierde su
propósito y nos adentramos en un lugar donde buscamos significado, valor y
un nuevo propósito. En esta encrucijada podemos mirar hacia dentro o afuera
en busca de la conexión que volverá a despertarnos a nuestro propósito y
crear alegría y satisfacción. Podemos buscar el propósito de la vida,
averiguar lo que significa vivir una vida con propósito o tratar de
encontrar nuestro propósito. Cada una de estas cosas tiene un contexto
diferente y, dependiendo de nuestro propósito, nos van a llevar en
direcciones diferentes.

Muchos han reflexionado acerca del propósito de la vida que, a primera
vista, parece más bien no tener ningún propósito. Nacemos, estamos aquí por
un tiempo y luego morimos. Desde una perspectiva material, nuestro propósito
es ocupar una presencia física, que dejamos cuando hemos terminado con ella.
No importa lo que acumulemos durante el transcurso de nuestra vida, cuando
morimos lo dejamos todo atrás. Aquí es donde podemos empezar a mirar la vida
desde una perspectiva espiritual, porque desde el sentido material, no hay
un propósito en la vida más que crear una nueva generación que va a
experimentar otro ciclo de vida. Ahora podemos pasar al siguiente tema,
¿cómo podemos vivir una vida con propósito?


La vida con propósito es aquella que se vive a través del cumplimiento de
sus mayores deseos. Estos deseos pueden ser materiales o espirituales. En el
lado material, la persona que quiere tener éxito intenta crear el mayor
éxito posible. El que quiere ser rico acumula tanta riqueza material como
puede. La persona que quiere amor lo busca por encima de todo. Quienes
quieren sabiduría pasan años en su búsqueda. Ésta es la vida con propósito
desde una perspectiva material y tenemos muchos ejemplos de aquellos que se
elevan y caen, en pos de su propósito. Pero hay más en la vida que la
acumulación de dinero, sabiduría, éxito y amor. Y como nosotros lo vemos,
quienes se esfuerzan por elevarse por encima de los demás a la larga
caen—todo el que sube una montaña, eventualmente, tiene que volver a bajar.

Desde el punto de vista espiritual, una vida con propósito se vive a través
de la realización espiritual. Y eso puede significar muchas cosas. Podemos
creer que esto significa que debemos renunciar al mundo material y buscar la
espiritualidad en todas las cosas. O podemos decidir aceptar las
situaciones, la gente y las circunstancias más desafiantes en un esfuerzo
por sanar al mundo y a nosotros mismos en el proceso. Todas éstas son
intenciones dignas, pero no son el verdadero propósito que cada uno de
nosotros ha venido a vivir. Hay un poco más en la historia que tenemos que
aprender antes de que podamos vivir nuestro propósito de vida, porque
nuestra vida no tiene ningún propósito en absoluto. Es, en esencia, nada.

Cuando buscamos el sentido de la vida y tratamos de vivir a través de lo que
encontramos, a la larga descubrimos que la vida no tiene propósito. En el
Foro Landmark hay una sección que discute el propósito de la vida, que se
describe como "vacío y sin sentido". Y esto es verdad. La vida, por sí sola,
no tiene sentido ni propósito. Es nuestra experiencia de vida la que crea el
sentido que le damos. El verdadero propósito de la vida, desde nuestro punto
de vista espiritual, es 'nada', es decir que no hay nada en el mundo
material que sea relevante para nuestro propósito de vida, a menos que
primero busquemos y conectemos con el mundo interior. No hay nada que
podamos crear ni experimentar que vaya a realizar nuestro propósito, porque
nada en el plano material es permanente ni importa. ¿Hay algo en la tierra
que podamos llevar con nosotros cuando morimos?

Antes que ver esto como deprimente y desilusionarnos, tenemos que llevar
esto un poco más allá. El propósito de nuestra vida, y cada uno de nosotros
tiene un propósito específico, es mover la energía de la polaridad a la
conexión, para resolver vidas de karma, convertir el miedo en amor
incondicional y mezclar el cielo y la tierra. Así pues, nuestro propósito
individual en la vida es sacar suficiente miedo, negatividad y polaridad, de
manera que podamos hacer espacio para el amor. Hacemos esto al recordar que
somos, ante todo, seres espirituales que están teniendo una experiencia
humana y no al revés. En nuestro aspecto espiritual somos amor perfecto,
estamos dentro de nuestro propósito y siempre viviendo de acuerdo con
nuestro propósito en ese momento.




Así como vivimos de un momento al siguiente, nuestro propósito cambia a
medida que avanzamos de un nivel de energía a otro. Cualquier cosa que
estemos experimentando en algún momento es nuestro propósito. Tan pronto
como somos capaces de mover esa energía, pasamos a otro propósito. Y así
nuestra vida se despliega, de un momento al siguiente, pasando por las
experiencias que nosotros y nuestra alma hemos invitado para ayudarnos a
recoger nuestras energías que han quedado dispersas a través del miedo, el
trauma y el dolor. A medida que soltamos nuestros cordones que nos atan a
nuestras conexiones kármicas, permitimos que más luz brille dentro de
nosotros. Esto nos lleva a nuevos niveles de ser y a nuevas alturas de
propósito. Entonces podemos pasar de un propósito de sanación a un propósito
centrado en el amor, la compasión, alegría y satisfacción en todas las áreas
de nuestra vida. Nuestro mayor propósito es estar centrados y arraigados,
llenos de luz y recordándonos sin esfuerzo a nosotros mismos nuestra
conexión divina, completos en cuerpo, mente, emociones y espíritu de manera
que podamos ser la encarnación viva de quienes somos, seres espirituales
divinos disfrutando del juego de la vida.

*Copyright (C) 2010 por Jennifer Hoffman *

La reactividad y los agravios, Eckhart Tolle

La reactividad y los agravios, Eckhart Tolle

Mientras que el resentimiento suele ser la emoción que acompaña a las quejas
y lamentos, también puede venir acompañado de una emoción más fuerte como la
ira u otra forma de malestar. De esa forma trae una carga de energía mayor.
Las quejas se convierten entonces en reactividad, otra manera de
fortalecerse el ego. Hay muchas personas que siempre están a la espera de lo
siguiente para reaccionar, sentirse enojadas o perturbadas: y nunca tienen
que esperar demasiado. "Esto es una vergüenza", exclaman. "¿Cómo se
atreve...?" "Esto no me gusta". Son tan adictas a la ira y el enojo como
otras lo son a las drogas. Al reaccionar contra una cosa u otra afirman y
fortalecen su sentido de ser.

Un resentimiento viejo es un agravio. Cargar con un agravio es estar en
estado permanente de "oposición" y por eso es que los agravios constituyen
una parte significativa del ego en muchos casos.

Los agravios colectivos pueden perdurar durante siglos en la psique de una
nación o tribu, y alimentar un círculo interminable de violencia.

Un agravio es una emoción negativa intensa conectada con un suceso que pudo
ocurrir en el pasado distante pero que se mantiene vivo gracias a un
pensamiento compulsivo, repitiendo la historia en la cabeza o en voz alta:
"esto fue lo que me hicieron" o "esto fue lo que alguien nos hizo".

Un agravio también contamina otros aspectos de la vida. Por ejemplo,
mientras pensamos y revivimos el agravio, la energía negativa puede
distorsionar nuestra manera de ver un suceso que ocurre en el presente, o
influir sobre la forma como hablamos o nos comportamos con alguien en el
presente. Un agravio intenso es suficiente para contaminar muchos aspectos
de la vida y mantenernos presos en las garras del ego.

Se necesita honestidad para determinar si todavía guardamos agravios, si hay
alguien en su vida a quien no haya perdonado totalmente, o a quien considere
su "enemigo". Si es así, debe tomar conciencia del agravio tanto a nivel
mental como de emotivo; eso implica tomar conciencia de los pensamientos que
lo mantienen vivo y sentir la emoción con la cual el cuerpo responde a esos
pensamientos. No se esfuerce por deshacerse del agravio. El esfuerzo de
perdonar y de soltar no sirve.

El perdón se produce naturalmente cuando vemos que el rencor no tiene otro
propósito que reforzar un falso sentido del ser y mantener al ego en su
lugar. Ver es liberar. Cuando Jesús enseñó que debemos "perdonar a nuestros
enemigos" básicamente se refería a deshacer una de las principales
estructuras egotistas de la humanidad.

El pasado no tiene poder para impedirnos estar en el presente. Los agravios
del pasado sí. ¿Y qué es un agravio? El peso de viejas emociones y viejos
pensamientos rancios.

TENER LA RAZÓN, FABRICAR EL ERROR

Cuando nos quejamos, encontramos faltas en los demás y reaccionamos, el ego
fortalece la noción de los linderos y la separación de la cual depende su
existencia. Pero también se fortalece de otra manera al sentirse superior.
Quizás no sea fácil reconocer que nos sentimos superiores cuando nos
quejamos, por ejemplo, de una congestión de tráfico, de los políticos, de la
"codicia de los ricos" o de "los desempleados perezosos", o de los colegas o
del ex esposo o la ex esposa. La razón es la siguiente. Cuando nos quejamos,
la noción implícita es que tenemos la razón mientras que la persona o la
situación motivo de la queja o de la reacción está en el error.

No hay nada que fortalezca más al ego que tener la razón. Tener la razón es
identificarse con una posición mental, un punto de vista, una opinión, un
juicio o una historia. Claro está que para tener la razón es necesario que
alguien más esté en el error, de tal manera que al ego le encanta fabricar
errores para tener razón.

En otras palabras, necesitamos que otros estén equivocados a fin de sentir
fortalecido nuestro ser. Las quejas y la reactividad, para las cuales "esto
no tendría por qué estar sucediendo", pueden dar lugar al error no solamente
en otras personas sino también en las situaciones.

Cuando tenemos la razón nos ubicamos en una posición imaginada de
superioridad moral con respecto a la persona o la situación a la cual
juzgamos y a la cual encontramos en falta. Esa sensación de superioridad es
la que el ego ansía y la que le sirve para engrandecerse.

"Una Nueva Tierra", Eckhart Tolle.

¿Qué es el resentimiento?

El resentimiento es:

  • Sentir hostilidad contra una persona o un grupo que consideras que te ha tratado mal.
  •  Ira no resuelta sobre un acontecimiento negativo que te ha sucedido.
  • Enfurecimiento, agitación emocional que sientes siempre que se habla de una determinada persona o acontecimiento.
  • Incapacidad para perdonar, incapacidad de dejar pasar y olvidar.
  • La base de la desconfianza y sospecha que sientes al tratar con personas o  acontecimientos que te produjeron dolor en el pasado.
  • Dolor emocional no resuelto que sientes cuando no logras aceptar una pérdida.
  • El malestar sentido después de gastar mucho esfuerzo y energía para alcanzar algo que finalmente pierdes.
  • El resultado de pensar que fuiste una víctima de un trato injusto sin la resolución del problema.
  • El sufrimiento prolongado y en silencio cuando una expresión abierta de dolor es indeseada.
  • El rencor hacia una persona o grupo que consideras que te han impedido lograr ciertas cosas.
  • Sentirse ofendido pero guardar silencio cuando crees que una persona o un grupo ha ignorado o negado tus derechos.
  • En ocasiones da lugar a depresión.

¿Cómo se manifiesta el resentimiento?

Cuando una persona siente resentimiento hacia una persona o un grupo:

  • Pone mala cara silenciosamente en su presencia o ante la mención de su nombre.
  • Se siente mal cuando la música, una película, o un programa de televisión le recuerda las interacciones desagradables que ha tenido con ellos.
  • Habla de una manera burlona o degradante de ellos.
  • Tienen pesadillas o pensamientos desagradables sobre ellos.
  • Se ve bloqueado en sus esfuerzos de crecimiento personal sin saber por qué.
  • Se siente furioso sin razón aparente.
  • Se siente deprimido, abatido, y se encuentra a sí mismo entrando en círculos cuando intenta superar estas sensaciones negativas.
  • Evita mencionar o discutir cualquier tema que esté relacionado con su último enfado o malestar acerca de esas personas.
  • Aprieta los dientes y sonríe cuando realmente desea gritar al oír hablar de esa persona.
  • Finge entusiasmo por estar con esa persona cuando en realidad preferiría no saber nada de ella.
¿Cuáles son los efectos negativos del resentimiento no resuelto?

Cuando no has logrado resolver tu resentimiento:

  • Te muestras hipersensible o con los nervios de punta cuando te recuerdan la persona o personas implicadas.
  • Tiendes a negar cualquier sentimiento de ira u odio hacia esa persona.
  • Te sientes provocado o encolerizado cuando ves que las personas contra quienes guardas resentimiento son reconocidas por sus logros.
  • Te recriminan tu actitud hostil, cínica, y sarcástica, la cual se convierte en una barrera entre tú y las personas con quienes deseas establecer una relación sana.
  • Te quedas estancado en tu desarrollo personal.
  • Rechazas todos los intentos de los demás para conseguir que trabajes en el perdón y olvidar ofensas y daños pasados.
  • Resistes todas las tentativas de empujarte a seguir con tu vida, incluyendo la sugerencia de que tienes un asunto pendiente con personas de tu pasado en el que deberías trabajar.
  • Encuentras difícil abrirte y confiar en otras personas, especialmente en nuevas relaciones.
  • Encuentras duro creer que no serás reconocido por tu capacidad, valor, y logros.

¿Qué pensamientos irracionales se encuentran en la base del resentimiento?

Los pensamientos irracionales son pensamientos no constructivos que dan lugar a emociones negativas muy intensas y desagradables. El resentimiento suele ir acompañado de ese tipo de pensamientos que lo generan, intensifican y mantienen a lo largo del tiempo sin lograr resolverlo satisfactoriamente y seguir adelante con nuestras vidas.

  • No importa lo que haga; nunca es lo bastante bueno, así que para qué intentarlo.
  • La gente va a por mí, así que los rechazaré antes de que me rechacen a mí.
  • No tiene sentido resolver temas pendientes con personas de mi pasado que me trataron mal.
  • Todos van a por mí.
  • El trabajo duro, una vida correcta, y tratar a la gente con justicia es  una pérdida de tiempo; no recibes nada a cambio.
  • No hay manera de que pueda perdonar u olvidar.
  • No lograré nada de lo que intente. Siempre he perdido hasta ahora.
  • Estoy destinado a ser un perdedor o un fracaso.
  • Mi vida al menos debería ser justa.
  • Es mejor poner buena cara y aguantar; nunca conseguiré nada con un acercamiento abierto y honesto.
  • Nunca me han dado un respiro en el pasado; ¿por qué debo ahora esperar algo diferente?
    Lo que determina tu éxito es quien conoces y no quién tú eres.
  • ¿Por qué esa gente con poco talento, que trabaja menos, y lucha poco, siempre parece salir adelante mientras que yo sigo estancado?
  • El precio del trabajo duro y del esfuerzo parecer ser el fracaso y decepción para mí.
  • Son todos iguales; ¿por qué intentar ganar su amistad o caerles bien?
  • Nunca cambiará; por qué intentar cambiar la situación entre ellos y yo.
  • Siempre hay gente con más talento, más atractiva, y más competente esperando ocupar mi lugar.
¿Cómo puedes superar el resentimiento?

Las técnicas que puedes utilizar para librarte del resentimiento son las siguientes:

  • Admite que existe resentimiento sin resolver detrás de tu actitud hostil, cínica y sarcástica; y decidir librarte de él.
  • Trabaja en tus sentimientos de ira hacia esas personas.
  • Escribe una carta en la cual detalles todas las razones de tu resentimiento pero sin enviarla.
  • Identifica los desencadenantes del resentimiento (recuerdos, situaciones, pensamientos) y trabaja para disminuir su impacto.
  • No te quedes rumiando tus pensamientos de rencor. Concéntrate en una tarea diferente y absorbente.
  • Trata de ver las cosas desde diferentes puntos de vista. Por ejemplo, puedes intentar adoptar los puntos de vista de todas las personas implicadas. Así tendrás una visión más amplia y realista.
  • Puedes tratar de perdonar, aunque no tiene sentido que te esfuerces en perdonar si no lo deseas. Empieza por esforzarte por aceptar que la vida es muchas veces injusta con todos y tú no vas a ser una excepción.
  • Considera toda tu vida y todo lo que te sucede, bueno o malo, como una serie de misiones o trabajos a realizar. Unos serán agradables y otros serán desagradables y dolorosos, pero de todos podrás aprender algo que te ayude a crecer.
  • Trata de mejorar tu autoestima y sensación de valor personal. En vez de centrarte en el comportamiento de la otra persona y el mal que te hizo o en lo que debería hacer ahora para remediarlo, trata de centrarte en ti y en lo que puedes hacer tú por mejorar tu vida de cara al futuro.
  • Pide ayuda a amistades o familiares. Comparte con ellos tus sentimientos y pídeles que te den un toque cuando te deslices hacia el resentimiento.
  • Cambia los pensamientos sobre lo injusta que es la vida o la mala suerte que tienes por pensamientos de cambio, esperanza y un futuro mejor. Cultiva el optimismo. Que las cosas te hayan ido mal hasta ahora no quiere decir que te vayan a ir mal siempre.
  • Utiliza autoafirmaciones y visualizaciones. Ten preparadas determinadas frases o imágenes mentales para los momentos en que aparezca tu resentimiento y repítete esas frases. Por ejemplo: "Me da igual por qué lo hizo, tengo cosas más importantes en qué pensar y gastar mi energía, así que no voy a estancarme con esto". Después recurre a alguna actividad que te ayude a sacar el tema de tu mente.
  • Plantéate la posibilidad de hablar con la persona implicada y decirle cómo te sientes.
  • Recupera actividades o proyectos que dejaste inacabados o que nunca llegaste a emprender aunque lo deseaste.

FRASES SOBRE LA SUPERACION DE LOS OBSTACULOS DE LA VIDA

¿Para que nos caemos ¿???Para aprender a levantarnos

Aquel que no puede resistir lo malo no vivirá para ver lo bueno.
PROVERBIO JUDÍO.

Todas las cosas son difíciles antes de ser fáciles.
THOMAS FULLER.

Si haces surgir lo que hay en ti, lo que haces surgir te salvará.
Si no haces surgir lo que hay en ti, lo que no haces surgir te destruirá "

No hay personas perezosas, sino personas con objetivos impotentes: esto es,
objetivos que no le proporcionan inspiración.
ANTHONY ROBBINS.

Hay un gran número de personas que fracasan principalmente a causa de no
haber concebido una clara idea de lo que desean.
Stephen Covey

“¿Cuantas veces en tu vida vivís desde las opciones que encontras sin saber
 que podes elegir entre las posibilidades que podes crear?”.

EL EGO Y EL PERDON

El ego existe en la desdicha; cuanto mayor es la desdicha, más se alimenta el ego. En los momentos de dicha el ego desaparece por completo, o lo que es lo mismo: si el ego desaparece, te inunda la dicha. Si quieres el ego, no puedes perdonar, no puedes olvidar, sobre todo las heridas, los insultos, las humillaciones, las pesadillas. No sólo no puedes olvidar; lo exagerarás, lo llevarás al límite. Olvidarás todo lo hermoso que te ha ocurrido en la vida, no recordarás los momentos de alegría; al ego no le sirven de nada. La alegría es como un veneno para el ego, y la desdicha, como una dosis de vitaminas.
Tienes que comprender el mecanismo del ego. Si intentas perdonar, no es un verdadero perdón. Con un poco de esfuerzo, conseguirás reprimir; nada más. Sólo puedes perdonar cuando comprendes la estupidez del juego que se desarrolla en tu mente. Hay que comprender ese absurdo hasta el final, porque si no reprimirás algo por un lado y empezará a salir por otro. Lo reprimirás de una manera, y asomará de otra manera, a veces con tal sutileza que te resultará casi imposible reconocerlo, reconocer que es la misma vieja estructura, tan renovada, tan reformada, que parece casi nueva.
El ego vive en lo negativo, porque es fundamentalmente un fenómeno negativo: existe gracias a decir no. El no es el alma del ego. Y ¿cómo puedes decir no a la dicha? Puedes negarte a la desdicha, puedes negarte a los sufrimientos de la vida. Pero ¿cómo decir no a las flores, a las estrellas, a las puestas de sol y a todo lo que es bello, divino? Pues la vida desborda de esas cosas, está llena de rosas, pero tú te empeñas en coger las espinas; has invertido mucho en esas espinas. Por un lado dices: «No, no quiero tanta infelicidad», y por otro lado te aferras a ella. Y llevan siglos predicando que perdonemos.
Pero el ego puede vivir gracias al perdón, puede empezar a alimentarse de nuevo gracias a esa idea: «He perdonado. He perdonado incluso a mis enemigos. No soy una persona normal y corriente». Y no lo olvides: uno de los fundamentos de la vida consiste en que la persona normal y corriente es la que piensa que no lo es; la media de la población piensa que no lo es. En cuanto reconozcas que eres normal y corriente, te saldrás de lo normal y corriente. En cuanto aceptes tu ignorancia, habrá entrado el primer rayo de luz en tu ser, habrá brotado la primera flor. Falta poco para la primavera.
Dice Jesucristo: «Perdona a tus enemigos, ama a tus enemigos». Y tiene razón, porque si eres capaz de perdonar a tus enemigos te librarás de ellos; si no, seguirán persiguiéndote. La enemistad es una especie de relación, más profunda que lo que llamáis amor. 
De modo que por un lado quieres olvidar y perdonar, porque la única forma de olvidar es perdonar -si no perdonas no puedes olvidar-, pero por otro existe una relación más profunda. A menos que comprendas esa relación, ni Jesucristo ni Buda te servirán de ayuda. Recordarás sus hermosas palabras, pero no pasarán a formar parte de tu modo de vida, no circularán por tu sangre, por tus huesos, por tu médula. No formarán parte de tu clima espiritual; te resultarán ajenas, algo impuesto desde fuera; al menos te atraen intelectualmente por su belleza, pero en lo existencial seguirás viviendo como siempre.
Por eso no te aconsejo que perdones. No digo que ames y no odies. No digo que abandones todos tus pecados y te hagas virtuoso. La humanidad ha intentado todas esas cosas y no lo ha conseguido. Mi tarea es completamente distinta. Lo que yo digo es: lleva la luz a tu ser. No te preocupes por esos fragmentos de oscuridad.
Has preguntado:
«¿Por qué es tan difícil perdonar, dejar de aferrarse a esas heridas infligidas hace tanto tiempo?».
Por la sencilla razón de que es todo lo que tienes, y sigues jugueteando con tus viejas heridas para que se mantengan recientes en el recuerdo. Jamás dejarás que cicatricen.

jueves, 27 de octubre de 2011

El Misterio del Elefante

Cuando era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran sus animales.
También a mí como a otros, después me enteré, me llamaba la atención el elefante.
Durante la función, la enorme bestia hacia despliegue de peso, tamaño y fuerza descomunal...
pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas a una pequeña estaca clavada en el suelo.
Sin embargo, la estaca era solo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir.
El misterio es evidente:
¿Qué lo mantiene entonces?.
¿Por qué no huye?
Cuando tenia cinco o seis años, yo todavía confiaba en la sabiduría de los grandes.
Pregunté entonces a algún maestro, a algún padre, o a algún tío por el misterio del elefante.
Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado.
Hice entonces la pregunta obvia:
-Si está amaestrado... ¿Por qué lo encadenan?.
No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente.

Con el tiempo me olvidé del misterio del elefante y la estaca... y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta.
Hace algunos años descubrí que por suerte para mí alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta:
"El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy pequeño".
Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró y sudó tratando de soltarse.
Y a pesar de todo su esfuerzo no pudo.
La estaca era ciertamente muy fuerte para él.
Juraría que se durmió agotado y que al día siguiente volvió a probar, y también al otro y al que seguía...
Hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino.
Este elefante enorme y poderoso no escapa porque:
CREE QUE NO PUEDE.
Él tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que se siente poco después de nacer.
Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro. Jamás... Jamás... intentó poner a prueba su fuerza otra vez...
Cada uno de nosotros somos un poco como ese elefante:
Vamos por el mundo atados a cientos de estacas que nos restan libertad.

jueves, 13 de octubre de 2011

¿QUÉ ES LA FELICIDAD? OSHO


La felicidad no tiene nada que ver con el triunfo;
la felicidad no tiene nada que ver con la ambición;
la felicidad no tiene nada que ver con el dinero,
ni el poder ni el prestigio. La felicidad está relacionada
con tu consciencia, no con tu carácter.


Depende de ti

¿QUÉ ES LA FELICIDAD? Depende de ti, de tu estado de consciencia o inconsciencia, de si estás dormido o despierto.La humanidad puede dividirse en dos tipos: los que duermen y los que están despiertos y, por supuesto, un pequeño grupo entre medias.

La felicidad dependerá de dónde estés en tu consciencia. Si estás dormido, el placer es la felicidad. El placer significa la sensación, intentar alcanzar por mediación del cuerpo algo que no se puede alcanzar por mediación del cuerpo, obligar al cuerpo a alcanzar algo de lo que no es capaz.

Lo que llamamos «felicidad» depende de la persona. Para la persona dormida, las sensaciones placenteras son la felicidad. La persona dormida vive cambiando de un placer a otro. Se precipita de una sensación a otra. Vive para las pequeñas emociones; lleva una vida muy superficial. No tiene profundidad, no tiene calidad. Vive en el mundo de la cantidad.


Ahora es el único tiempo y aquí es el único espacio. Y de repente el cielo desciende sobre ti. Eso es la dicha. Eso es la verdadera felicidad.
Busca la dicha; es tu derecho inalienable. No sigas perdido en la jungla de los placeres; elévate un poco. Ve en busca de la felicidad y después de la dicha. El placer es animal; la felicidad es humana; la dicha, divina. El placer te ata, es una esclavitud, te encadena. La felicidad te afloja un poco la cuerda, te da un poco de libertad, pero sólo un poco. La dicha es la libertad absoluta. Empiezas a avanzar hacia arriba; te da alas. Dejas de formar parte de la grosera tierra; pasas a formar parte del cielo. Te conviertes en luz, en alegría.
El placer depende de los demás. La felicidad no depende de otros, pero de todos modos es algo distinto de ti. La dicha no depende de nada, ni es nada distinto de ti; es tu ser mismo, es tu naturaleza misma.

La dicha significa alcanzar el núcleo más profundo de tu ser. Se encuentra en las profundidades últimas de tu ser, donde ni siquiera el ego existe, donde reina el silencio: tú has desaparecido. En la alegría existes un poco, pero en la dicha dejas de existir. Se ha disuelto el ego; es un estado de no ser.
Buda lo llama «nirvana». El nirvana significa dejar de ser, ser un vacío infinito como el cielo. Y en el momento en que eres el infinito, te inundas de estrellas e inicias una vida completamente nueva. Renaces.

La felicidad no tiene nada que ver con el éxito. La felicidad no tiene nada que ver con el dinero, el poder, el prestigio. Es una dimensión completamente distinta. La felicidad tiene que ver con tu consciencia, no con tu carácter. 

La felicidad siempre te acompaña. No tiene nada que ver con el tiempo que haga, no tiene nada que ver con cortar leña, ni con cavar un agujero en el jardín. La felicidad no tiene nada que ver con nada. Es simplemente el estado de despreocupación, de relajación de tu ser con la existencia. Y está ahí; no va y viene. Está siempre ahí, como tu respiración, como el latido de tu corazón, como la circulación de la sangre por tu cuerpo.
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El deseo de felicidad simplemente demuestra que no eres feliz en este momento. El deseo de felicidad simplemente demuestra que eres una persona infeliz. Y una persona infeliz proyecta en el futuro que alguna vez, algún día, será feliz. Esa proyección procede de la desdicha, lleva en sí las semillas mismas de la desdicha. Es algo que sale de ti; no puede ser algo distinto de ti. Es tu hijo: su cara será como la tuya; tu sangre circulará por su cuerpo. Será tu continuidad.
Hoy eres infeliz. Proyectas que el mañana será feliz, pero ese mañana es una proyección tuya, de lo que eres hoy. Eres infeliz; el mañana surgirá de esa infelicidad y serás aún más infeliz. Y naturalmente, con tanta infelicidad volverás a desear más felicidad futura. Te verás atrapado en un círculo vicioso: cuanto más infeliz eres, más desearás la felicidad; cuanto más desees la felicidad, más infeliz serás. Es como la pescadilla que se muerde la cola.

De modo que lo primero que hay que tener en cuenta es no soñar, no proyectar. Lo primero es estar aquí y ahora. Sea lo que fuere, tienes que estar aquí y ahora, y entonces se producirá una revelación formidable.
Esa revelación consiste en que nadie puede ser infeliz en el aquí y el ahora.

La felicidad está donde tú estés: dondequiera que estés, ahí está la felicidad. Está a tu alrededor, es un fenómeno natural. Es como el aire, como el cielo. La felicidad no es algo que haya que buscar; es la materia misma del universo. La alegría es la materia misma del universo. Pero tienes que mirar lo que está delante de ti, lo inmediato. Si miras hacia los lados, se te escapará.

Sólo las personas tristes necesitan diversiones. Cuanto más triste se hace el mundo, más necesitamos la televisión, las películas, las ciudades de oropel y tantas y tantas cosas. Cada día necesitamos más el alcohol, cada día necesitamos más clases de drogas, para evitar la desdicha en la que vivimos, para no enfrentarnos a la angustia en la que vivimos, para olvidarlas. Pero olvidando no se consigue nada.
La alegría tiene que entrar en tu ser. Al principio resulta difícil, arduo. Al principio tendrás que enfrentarte al sufrimiento. El camino es montañoso, pero cuanto más te adentres en él, mayor será la compensación, mayor la recompensa.
Una vez que hayas aprendido a enfrentarte a la desdicha, empezarás a sentirte alegre, porque por el hecho de enfrentarte empieza a desaparecer la desdicha y tú empiezas a integrarte.
Un día tienes ante ti la desdicha y te enfrentas a ella, y de repente, se produce el cambio: ves la desdicha como algo distinto de ti, como algo ajeno a ti; era una simple ilusión, una identificación en la que te habías metido. Ahora sabes que no eres eso, y se produce un estallido de alegría, una explosión de alegría.


Si no eres feliz con lo que tienes
tampoco lo serás con lo que consigas.

domingo, 2 de octubre de 2011

Proverbios chinos

Le pedi a Dios todo para gozar la vida, el me dio vida para gozarlo todo."
"Afortunado el que vive tiempos interesantes. "
"Al comer retoños de bambú, recuerda al hombre que los plantó."
"Ama a tus vecinos, pero no te deshagas de la cerca."
"Ámame cuando menos lo merezca, ya que es cuando más lo necesito."
"Antes de iniciar la labor de cambiar el mundo, da tres vueltas por
 tu propia casa."
Aprender sin pensar es inútil, pensar sin aprender peligroso". (Confucio)
Apúrate lentamente."
"Cuando Dios desea enviar un desastre sobre una persona, primero le envía un
poco de suerte para que goce y ve si puede recibirla de una manera decorosa.
Cuando Dios desea enviar bendiciones sobre una persona, primero le envía un
 poco e desventuras para ver cómo puede soportarlas. "
"Cuando el dinero habla, la verdad calla."
Cuando se apunta a la Luna, el tonto se queda mirando el dedo."
"Cuando te inunde una enorme alegría, no prometas nada a nadie.
Cuando te domine un gran enojo, no contestes ninguna carta."
"Cuando tres marchan juntos tiene que haber uno que mande."
"Dime y olvidaré, muéstrame y podría recordar, involúcrame y entenderé."
"Disfruta la vida, es más tarde de lo que crees."
"El agua hace flotar el barco, pero también puede hundirlo."
"El árbol más fuerte y frondoso vive de lo que tiene debajo."
 "El bien que hicimos la víspera es el que nos trae la felicidad por la
mañana."
"El corazón jamás habla, pero hay que escucharlo para entender."
"El dragón inmóvil en las aguas profundas se convierte en presa de los
cangrejos."
"El hombre que no sabe sonreír no debe abrir la tienda."
"El que ha desplazado la montaña es el que comenzó por quitar
 las pequeñas  piedras."
"Es más fácil saber como se hace una cosa que hacerla."
"Es mejor encender una vela que maldecir la oscuridad."
"Es mejor volverse atrás que perderse en el camino."
"Hay que subir la montaña como viejo para llegar como joven."
"Jamás desesperes, aún estando en las más sombrias aflicciones,
pues de las nubes negras cae agua limpia y fecundante"
"La pobreza hace ladrones y el amor poetas."
"La puerta mejor cerrada es aquella que puede dejarse abierta."
"La sabiduría consiste en saber que se sabe lo que se sabe
y saber que no se sabe lo que no se sabe."
"Las grandes almas tienen voluntades; las débiles tan solo deseos."
"Los bellos caminos no llevan lejos."
"Más difícil que abrir una tienda para comerciar es mantenerla abierta."
"Más vale una cucharada de suerte que un barril de sabiduría."
"Me lo contaron y lo olvidé. Lo vi y lo entendí. Lo hice y lo aprendí."
(Confucio, 551-479 a. C.)
Nadie se baña dos veces en el mismo río, pues siempre es otro río y otra
persona."
"No confundas, jinete, el galopar del caballo con los latidos de tu propio
corazón."
"No hay manjar que no empalague, ni vicio que no enfade."
 "No puedes guiar el viento, pero puedes cambiar la dirección de tus velas."

"No puedes impedir que las aves de la tristeza vuelen hacia ti, pero puedes
impedir que aniden en tus cabellos."
"Nunca mates una mosca sobre la cabeza de un tigre."

"Para quien no sabe a dónde quiere ir, todos los caminos sirven."
"Pregunta al hombre con experiencia, no al hombre con estudios."
"Pregunta lo que no sepas y pasarás por tonto unos minutos; no lo
preguntes,y serás tonto la vida entera."
 "Quien pisa con suavidad va lejos."
"Si el alumno no supera al maestro, ni es bueno el alumno, ni es
bueno el maestro."
"Si eres paciente en un momento de ira, escaparás a cien días de tristeza."
 "Si haces planes para un año, siembra arroz. Si los haces para dos lustros,
planta árboles. Si los haces para toda la vida, educa a una persona."
"Si me das pescado, comeré hoy, si me enseñas a pescar podré comer mañana."
"Un copo de nieve nunca cae en el lugar equivocado."
"Un viaje de diez mil kilómetros empieza por un solo paso."
"Una simple chispa puede iniciar un fuego que arrase la pradera."
"Una gota de tinta, puede más que cien memorias privilegiadas. "
"Vive cada día de tu vida como si fuera el último...un día acertaras"
No basta ir a pescar peces con buena intención. También se necesita llevar red"
"Disfruta solo los placeres del momento"

Meditacion activa

  • Haz las pequeñas cosas de tu vida con una conciencia relajada. Mientras comas, come totalmente; mastica totalmente, saborea totalmente, huele totalmente. Toca el pan, siente la textura. Huele el pan, huele el sabor. Mastícalo, deja que se disuelva en tu ser y permanece consciente; entonces estás meditando. Y entonces la meditación no está separada de la vida. Cuando la meditación está separada de la vida algo va mal. Se vuelve en contra de la vida. Entonces uno empieza a pensar en ir a un monasterio o a una cueva del Himalaya. Entonces uno quiere escapar de la vida, porque la vida parece distraernos de la meditación. La vida no es una distracción, la vida es una ocasión de meditar.


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    El zen no cree en la renuncia al mundo. Si renuncias, está bien; si no, también está bien. Depende de ti: se aceptan ambas posi­bilidades.Lo fundamental no es el mundo o la renuncia al mun­do, sino estar alerta y consciente dondequiera que estés. Incluso un lego, un padre de familia, puede alcanzar una perfecta ilumi­nación. En esto, el zen es muy, muy fluido: te da absoluta liber­tad. No se mete en tu estilo de vida en este mundo.

    Los hindúes insisten en que tienes que renunciar al mundo. Los jainitas insisten en que debes renunciar al mundo. Hasta Bu­da insistía en esto. De hecho, Buda no tomaba a padres de familia como discípulos. Toda la tradición hindú está a favor de renun­ciar al mundo. Pero Lao Tse, Chuang Tzu, vivían en el mundo; vi­vían con plena conciencia.
    Es un hombre perfectamente consciente. No renunció a su mujer, vive en el mundo como un hombre común; pero no es co­mún, es extraordinario.

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    Tienes que renunciar a tu mundo; es la única renuncia que te pido. No te digo que dejes a tu mujer, no te digo que dejes tu tra­bajo, no te digo que renuncies a tu dinero ni a ninguna de tus co­sas, no. Simplemente te digo que abandones tu mundo de sueños privados. Eso es para mí el sannyas. El antiguo sannyas consistía en abandonar este mundo, el visible. Uno se iba al Himalaya, de­jando a su mujer e hijos... pero no se trata de eso. No es ese el mun­do que hay que abandonar. ¿Cómo podrías abandonarlo? Incluso el Himalaya pertenece a este mundo.
    El mundo real al que hay que re­nunciar es la mente, el mundo de sueños privado. Si renuncias a él, aunque estés sentado en el mercado estarás en el Himalaya. Si no renuncias a él, incluso en el Himalaya crearás un mundo privado a tu alrededor.
    ¿Cómo puedes escapar de ti mismo? Vayas donde vayas estarás contigo. Vayas donde vayas, te comportarás de la misma manera. Las situaciones podrán ser diferentes, pero ¿cómo vas a poder ser diferente tú? Seguirás dormido en el Himalaya. ¿Qué diferencia hay entre dormir en Pune o en Boston, entre dormir en Londres o en el Himalaya? Estés donde estés, estarás soñando. ¡Deja de soñar! Pon­te más alerta, de pronto, los sueños desaparecen, y con los sueños desaparecen todos los sufrimientos.

    AQUI Y AHORA --Eckhart Tolle

    • Cuando se mira superficialmente, parece que el momento presente es uno entre muchos, muchos momentos. Cada día de tu vida parece estar compuesto por miles de momentos en los que ocurren distintas cosas. Pero, si miras más a fondo, ¿no hay siempre un único momento? ¿No es la vida siempre «este momento»?
    • Este momento —el Ahora— es la única cosa de la que nunca puedes escapar, el único factor constante en tu vida. Pase lo que pase, por más que cambie tu vida, hay una cosa segura: siempre es Ahora.
    • Y ya que no es posible escapar del Ahora, ¿por qué no darle la bienvenida y hacerse amigo suyo.
    • Cuando te haces amigo del momento presente te sientes como en casa donde quiera que estés.
    •  Si no te sientes cómodo en el Ahora, te sentirás incómodo donde quiera que vayas.
    • El momento presente es como es. Siempre. ¿Puedes dejarlo ser.
    • La división de la vida en pasado, presente y futuro es obra de la mente y, en definitiva, es ilusoria. Pasado y futuro son formas-pensamiento, abstracciones mentales. El pasado sólo puede ser recordado Ahora. Lo que recuerdas es un suceso que tuvo lugar en el Ahora, y lo recuerdas Ahora. El futuro, cuando llega, es un Ahora. De modo que lo único que es real, lo único que llega a tener existencia, es el Ahora.
    • Mantener la atención en el Ahora no implica negar las necesidades de tu vida. Se trata de reconocer que es lo fundamental. Eso te permite gestionar lo secundario con gran facilidad. No se trata de decir: «Ya no me ocupo de las cosas porque sólo existe el Ahora.» No. Empieza por encontrar lo que es más importante y haz del Ahora tu amigo, no tu enemigo. Reconócelo, hónralo. Cuando el Ahora es el fundamento y el núcleo principal de tu vida, ésta se despliega con facilidad.
    • Recoger la vajilla, diseñar una estrategia empresarial, planear un viaje… ¿Qué es mas importante el acto en sí o el resultado que quieres conseguir con ese acto? ¿Este momento o algún momento futuro?
    • ¿Tratas este momento como si fuera un obstáculo por superar? ¿Sientes que lo más importante es llegar a algún momento futuro?
    • Casi todas las personas viven así la mayor parte del tiempo. Como el futuro nunca llega, excepto como presente, es un estilo de vida disfuncional. Genera una continua corriente subterránea de tensión, alteración y descontento. No hace honor a la vida, que es Ahora y nunca deja de ser Ahora.
    • Siente la vida dentro de tu cuerpo. Eso te ancla en el Ahora.
    • No te responsabilizas definitivamente de la vida hasta que te responsabilizas de este momento, del Ahora. Esto se debe a que en el Ahora es en el único lugar donde se halla la vida.
    • Responsabilizarse de este momento significa no oponerse internamente a la «cualidad» del Ahora, no discutir con lo que es. Significa estar alineado con la vida.
    • El Ahora es como es porque no puede ser de otra manera. Ahora los físicos confirman lo que los budistas han sabido siempre: no hay cosas ni sucesos aislados. Por debajo de las apariencias superficiales, todas las cosas están interconectadas, son parte de la totalidad del cosmos que ha producido la forma que toma este momento.