sábado, 31 de marzo de 2012

Cuando toques, transfórmate en tacto.

Cuando veas, transfórmate en ojos.
Cuando oigas, toda tu consciencia debe llegar a tus oídos.
Escuchando una canción o escuchando a los pájaros, transfórmate en oídos.
Olvida todo lo demás, como si fueras sólo oídos.
Llega a los oídos con todo tu ser. De esta manera, tus oídos llegarán a ser más sensibles.
Cuando estés contemplando algo, una flor o un hermoso rostro o las estrellas, transfórmate en ojos.
Olvida todo lo demás, como si el resto de tu cuerpo hubiera abandonado la existencia y tu consciencia fuera tan sólo ojos.
Entonces esos ojos serán capaces de mirar mucho más profundamente, y tú llegarás a ser capaz de mirar también lo invisible, lo invisible puede verse también; pero para verlo necesitas ojos más penetrantes.
Osho- El Arte del Té

HAZ QUE TU SER VUELVA AL PRESENTE

No estamos muy alerta: pensamos mucho en el pasado, también mucho en el futuro y la vida entera se nos va en ese pensar. Entre ambos, el pasado y el futuro, queda aplastado el presente, convirtiéndose en algo casi imperceptible.
Lo auténtico se convierte en pequeño y lo falso crece mucho.Si nos fijamos bien, el pasado es muy largo: en primer lugar, tu pasado; luego, el pasado de la sociedad; después, el de la humanidad; después, el de la vida sobre la tierra y también el de la propia tierra; después, el del Sol, la Luna y las estrellas: es infinito. Al igual que el futuro: no acabará nunca.
El presente, comparado con el pasado y el futuro, casi se queda en nada; es sólo un pequeño punto atómico y casi queda perdido entre aquellos dos. Sin embargo, es la única realidad; todo lo demás es irreal comparado con él.Si miras a una rosa, la verás ahora, en este instante. Si la hueles, la olerás en este instante. Si la sientes y la tocas, lo harás en este instante. No puedes tocar la rosa en el futuro y no puedes olerla en el pasado. Pero si empiezas a pensar en el pasado y en el futuro, entonces la rosa está ahí y, sin embargo, no lo está; desaparece.
Medita sobre esto: estás frente a una rosa, una hermosa rosa. Está ahí, la fragancia se transmite a tus fosas nasales, te deleitas en su aroma. Entonces haz entrar el pasado. Piensa en algo del pasado: alguien te insultó ayer o anteayer. O piensa en un incidente de tu infancia; tu madre te estaba pegando. Lo evocas y de pronto la mente se queda nublada. Ahora no sentirás tanto la presencia de la rosa. Todavía está ahí, la misma flor, pero tú ya no estás allí; estás distraído, te has vuelto nebuloso, brumoso. Una pantalla de recuerdos se ha interpuesto entre tú y la rosa.
O piensa en el futuro: algún plan, alguna fantasía, algo que quieras hacer mañana, y la flor se desvanece, se marchita poco a poco. Cuanto más te adentres en tus pensamientos, más se aleja la flor. Sal de tu pensamiento y verás despejado el cielo, las nubes han desaparecido y vuelve la luz del sol y la presencia de la rosa; puedes olerla de nuevo. Mientras estabas pensando en el pasado y en el futuro, el olor todavía estaba llamando a las puertas de tu nariz, pero no estabas disponible. El color de la flor todavía estaba llegando a tus ojos, pero tú no estabas allí. Era como si estuvieras mirando a través de un cristal oscuro; las cosas quedan difuminadas, confusas, una neblina te rodea.
La labor de meditar no es más que esto: cómo llegar a estar totalmente presente en el presente. Cómo recogerse uno mismo en el momento. Así todo es hermoso. Así, caminar es meditación, sentarse es meditación, hablar es meditación, escuchar es meditación; porque, camines o te sientes, siempre es ahora; estés callado o hablando, siempre es ahora.
Sólo existe un momento. Ahora es la eternidad.Permite que sea ésta la clave. Tienes que trabajar en ello, tienes que hacer funcionar esta idea cada vez más. En cualquier cosa que hagas, una y otra vez lánzate hacia el presente. Al principio la mente se rebela, se resiste; los viejos patrones son fuertes, los viejos hábitos siempre te arrastran.
Pero, poco a poco, a medida que vaya adentrando el gozo del presente, a medida que vayas estando cada vez más colmado con él, a medida que descubras la alegría que surge de él, del silencio y la celebración; se irán rompiendo los viejos patrones, desaparecerán los viejos hábitos.
OSHO

viernes, 30 de marzo de 2012

El fracaso es un modo de vida

Hay satisfacción en el no poder, aunque no lo parezca, aunque lógicamente pueda resultar contradictorio.

Es una militancia narcisista la del fracaso y el dolor como verdad del mundo, la de la imposibilidad, la carencia, la marginalidad, el endiosamiento del caído y su desgracia. Actúa sordamente en la profundidad de nuestras personalidades, en algunas más y en otras menos, como una estrategia de frustración meritoria. Es un estado de gracia, esa vida que se desperdicia, al punto de que, en muchos casos (no todos), se prefiera realizar el gesto de rechazo del camino mundano de la felicidad posible para volver a afirmar una vez más el valor profundo de la frustración y de la pobreza.

El fracaso es un modo de vida virtuoso, que paga por medio de una poética de la desazón, del nihilismo, del escepticismo, del supuesto atrevimiento de ver una verdad nefasta, cuando esa verdad no es más que un maquillaje de la impotencia elegida como camino al cielo.

El fracaso es una modalidad social emparentada con religiones que han construido una estructura de sentido basada en el rechazo de la sensualidad, del cuerpo y de la vida real, en la desvalorización de las energías vibrantes que pueblan el mundo problemático y desbordante que es nuestra definitiva realidad.
De esta forma, se ha preferido fabricar formatos de inmolación de fácil acceso, automáticos, cotidianos, a veces mínimos, formas accesibles para eludir el trabajo de ser y resultar así imbuido por una variante moderna y progresista de la santidad.

El fracaso puede ser visto como una militancia narcisista porque sucede en un sujeto que no quiere deshacerse en el logro, que prefiere señalarse en forma constante a sí mismo como núcleo de imposibilidad, como aquel que merecía mucho pero fue abandonado, arruinado por la suerte y dañado por otros. Si lograra algo, dejaría de serle posible la permanente autorreferencia, estaría señalando al mundo, apuntando para afuera cuando su interior vacío reclama el truco de postular universalmente la nada. La única garantía de permanecer fijado en la imagen propia es no desdibujarla con ninguna efectividad: eliminando la aparición de esos hechos que, por logrados, te suplantan; juegos armados que funcionan más allá de su generador; riqueza dada a luz y puesta en el mundo que llama la atención y pide mirar a una cosa que es ahora externa.

El fracaso es una norma, una ética, un manual de actitudes pasivas para contrarrestar el crecimiento de las acciones que inevitablemente surgen del deseo afirmado y querido. El fracaso es una orientación, un sentido para la vida, un orden, un cobijo, una manera de hacerse un lugar en medio de otros a los que no se inquieta con los deseos propios en movimiento. El fracaso arma una cofradía, una hermandad en la decepción, gran aglutinante, cemento de quietudes conjugadas que destilan la droga del resentimiento y se la aplican en forma recíproca. El fracaso es una forma de postergarse hasta el paroxismo y de disfrutar del ilimitado campo de lo que pudo haber sido pero no fue, frente al cual todo ser determinado es poco, todo logro una minucia -todo amor realizado un sucedáneo del amor imaginado y potencial, del amor lindo de las relaciones fracasadas-, dado el tamaño de un deseo que no necesitó nunca probarse para dar lugar a un sentido. Sentido de nada, pero sentido grande, inmenso, cielo encapotado para una muerte en vida que suena a demostración de soberanía y voluntad de no transar.

El fracaso es un modo de ofrecerse en el altar de la historia, de decirles a nuestros mayores que tenían razón, que se queden tranquilos, que si ellos no lo lograron tampoco nosotros lo lograremos, que su límite era inexpugnable y que prolongaremos con nuestra incapacidad la que ellos cultivaron y padecieron. Porque la incapacidad se cultiva, se talla, esmeradamente, con paciencia, trocito a trocito, para no resaltar ni mostrarnos demasiado poderosos, felices, solventes. Para evitar ese atrevimiento de buscar y acceder al logro: ¿cómo, destacándose en un universo de estropeados, quién te creés que sos, vos, justo vos, para avanzar como si fuera posible hacerlo, para creerte valioso y capaz, para querer vivir más de lo que otros pueden o quieren vivir?

La alineación con la imposibilidad no es el cumplimiento de un compromiso moral; es, simplemente, la ampliación del fenómeno de la pobreza, el ejercicio de la desertificación social presentado engañosamente como aporte.

El enemigo somos nosotros, estas formas de vida, estas costumbres que no queremos mirar a la cara. Es de la transformación de estos sentidos básicos de los que nuestra vida nacional está aún demasiado llena; de donde puede tomar fuerza un país menos volcado a la pobreza, la esterilidad y la frustración.

Nuestra moral de rechazo al éxito, por considerarlo superficial, frívolo, egoísta, inválido, es el fondo sobre el cual sacrificamos mil posibilidades.

Teoría de la felicidad

1. La felicidad es como tomar un café: dura un ratito, pero su influencia se prolonga. Y no todos pueden con ella, a algunos les cae mal. Como el café, la felicidad te despierta, y se busca una dosis de ella para comenzar bien el día. Te despierta porque te hace ávido de más, de mundo, te sacude del sueño en el que hubieras querido seguir, cómodamente, y te hace posible las cosas. O te trae taquicardia, si no podés parar y resignarte a que la felicidad, como todo, debe encontrar su lugar en el tiempo y no admite abusos. Como el café, la felicidad habita en la intimidad, es un encuentro, y es caliente. La felicidad, como el café, también tiene estilos diversos: hay felicidades livianas, aguadas, que casi no tienen gusto, y otras felicidades fuertes, cargadas, sabrosas. Hay quien necesita endulzar su felicidad, porque eso le permite asimilarla mejor, y hay quien se la banca como es, con su sabor propio, fuerte y raro. Se supone que las mejores felicidades son las que vienen de Brasil, o de Colombia, o las africanas, porque la felicidad se manifiesta con movimientos espontáneos y primitivos. Pero si bien tiene ese origen muchos opinan que la logran mejor en Italia, donde saben transformar el grano de base en refinado sabor y sensualidad trabajada.

2. La felicidad es como un auto, te lleva y te trae, te hace mover, te desplaza, te saca de un sitio y te pone en otro. No está nunca quieta, y si se queda mucho tiempo en un mismo lugar cada vez le cuesta más el movimiento. Como sucede con los autos, hay felicidades caras y felicidades baratas, y se puede perder la vida a causa de una felicidad muy cara, o porque no es posible terminar de pagarla o porque fuiste muy rápido y te estrellaste contra algo. ¿Contra la velocidad de otro, yendo rápido para otro lado, o contra una felicidad frenada? Hay felicidades de segunda mano, que traen siempre algún problema, y felicidades 0 km, que pierden gran parte de su valor desde el momento mismo en que te subís a ellas. Hay felicidades con estilo, que duran mucho tiempo, y felicidades puro aspaviento y diseño, hechas para ser miradas. Hay felicidades muy inseguras, y otras confiables, preparadas incluso para la eventualidad de un accidente. Hay felicidades tan increíbles que no las podés sacar a la calle, que no te sirven para el mundo real, y que son como no tener nada: si querés salir tenés que llamar un taxi, felicidad humilde de otro que tal vez ni es dueño. La felicidad es también como un auto cuando es observado desde un colectivo, con envidia, por los que esperan poder llegar a tenerla o no tendrán nunca una.

3. La felicidad es como una computadora, compleja, casi mágica, insondable, siempre necesitada de alguna actualización. Como las computadoras, la felicidad es mejor cuanta más capacidad operativa pueda tener, y requiere de algún programa que la organice para poder usarse. Te los podés copiar, los programas, pero si traen un virus podés perder todo, y aunque sean más caros siempre son preferibles los programas originales y propios. La felicidad, como las computadoras, es siempre algo nuevo y cada vez más sencillo, aunque esa sencillez aparezca como resultado de un trabajo cada vez más complejo y delicado. Y, como con las computadoras, las felicidades requieren siempre de una energía que las alimente, o la red social de la electricidad o la pila que te permite una autonomía relativa. Podés estar sin contacto un tiempo, pero pronto es necesario volver y recargarla. La felicidad es también como una computadora porque siempre le pasa algo. Cuando funciona es bárbara, pero cuando falla puede crearte problemas infinitos: perdiste muchos archivos y no los vas a recuperar nunca. No hay peor nunca que el de la felicidad perdida.

4. La felicidad es como un rompecabezas: tenés que armarla. La imagen completa sirve de guía, pero igual tenés que pasar mucho tiempo observando cada pedazo para saber dónde encaja. A veces te parece que falta una pieza y no la vas a conseguir jamás, pero un azar te la revela y te das cuenta de que estuvo siempre ahí y lo que pasaba era que no habías sido capaz de verla. Lleva tiempo, y si te ponés impaciente y pretendés forzarla terminás poniendo cualquier cosa en cualquier parte. La felicidad es un proceso y cuando la tenés lista te das cuenta de lo lindo que fue lograrla, y querés hacer otra. No es por inconformista, en el mejor de los casos, sino porque lo mejor es ese darle vueltas a las cosas hasta conseguir que encuentren su lugar. Hay felicidades de 30 piezas, las infantiles, y felicidades de 5000 piezas, que sólo pueden ser armadas por quien tenga una larga experiencia. ¿O esas son las felicidades imposibles de los obsesivos, que han fragmentado tanto su mundo que no consiguen armar nada? Hay felicidades que tienen demasiado detalle y no terminás de armarlas nunca, y hay felicidades más sencillas, en las que la figura se ve más clara y pueden ser construidas en un tiempo razonable.

5. La felicidad es como la lluvia, está ligada a una sensación de tristeza, pero es hermosa y lo baña todo. Envuelve a la realidad entera y si es demasiado fuerte uno tiene que salir con paraguas para protegerse un poco. Hay quien gusta de salir a empaparse, pero después puede aparecer un resfriado o algo peor. La felicidad puede ser tenue como la garúa o feroz como una tormenta, puede ser persistente y durar y durar, o brevísima, llegar y en un instante desaparecer, dejando todo renovado y un aire más limpio detrás de ella. La felicidad como la lluvia lava las cosas, da una sensación de nuevo principio, de mundo flamante, pero también, si insiste y no cede, puede inundarte y hasta matarte. Nos alimentamos de esa cuota de felicidad que cae periódicamente y cuando falta la tierra es árida y la vegetación escasa. La felicidad, además, como la lluvia, te conecta con tu mundo interno, lo hace evidente y lo proyecta.

6. La felicidad es como una planta, crece si la regás, y tiene su ritmo propio. Si te olvidás de ella y no la cuidás no prospera. Sabe cómo crecer, pero hay que ocuparse o queda raquítica o se seca. Surge de otras felicidades, y se reproduce también en felicidades nuevas. En muchas felicidades, como en muchas plantas, podés cortar un pedacito y dar origen a otra felicidad. O hacer un injerto, juntar dos felicidades y dar lugar a una tercera distinta. Es orgánica, nace, crece, se reproduce y muere. Pero a lo largo del período de su duración es capaz de dar semillas para miles de felicidades nuevas. La mayor parte de ellas se pierden, pero algunas crecen y por eso la felicidad siempre se renueva.

Teoría del entusiasmo

Entusiasmarse, según el autor de estas líneas, es dejarse ir, ejercer la libertad. Es la posibilidad más saludable y plena, la felicidad en la Tierra. En función de esta idea, se esboza una contraposición de actitudes posibles, en que el entusiasmado es quien gana la partida.

El entusiasmo es fuerza proyectada, libre, que corre como el agua de un río. La persona entusiasmada es ella misma un cauce. O el río es la vida y la persona entusiasmada un bote, una lancha o una balsa, que avanza llevada según el estilo de su querer. Con el entusiasmo se navega, se viaja, se avanza, se logran las metamorfosis que realizan la existencia.

El entusiasmo es un desarrollo, un despliegue, una secuencia, una línea de acción. El entusiasmo es un estar colocado en un cierto nivel de circulación de la energía o de las ondas invisibles del sentido, que nos transforma y empuja.

El entusiasmo puede representarse con la sensación de estar adentro de las cosas.

Es un estar adentro de todo ocasionado por el mero hecho de estar involucrado de manera especial con algo.

Es un algo que te da mucho, un mucho que se reproduce en los destinos en donde la atención propia puede ubicarse, como si las cosas que vemos estuvieran conectadas por el otro lado, por el lado de adentro, el que no se ve.

Entusiasmarse es dejarse ir, ejercer la libertad. Estar entusiasmado es la posición más saludable y plena, la felicidad en la Tierra. El entusiasmo es una acción en donde los movimientos se enhebran con gracia, en donde uno se siente arrastrado por una fuerza no intencional, pero a la que reconoce como particularmente propia.

Uno es en el entusiasmo, logra identidad a través suyo. El entusiasmo no es más que el ser surgente, el ser géiser que emana del verdadero sí mismo que buscamos en nosotros, del intenso, del animoso, ese intermitente y escurridizo.

El verdadero es el personaje principal de la novela personal que llevamos dentro. El verdadero aparece con el entusiasmo para desaparecer enseguida, borrado de la conciencia por las mil cosas más interesantes y concretas que el entusiasmo trae. El verdadero existe si uno logra olvidarse de sí y meramente ser, y se traba y molesta cuando lo perseguimos mucho.

Uno no puede entusiasmarse con cualquier cosa. Ese no puedo esperar, ese querer más, ese estar metido en algo no puede darse sino alrededor de determinados temas o experiencias. Cada uno tiene ámbitos en los cuales el entusiasmo es posible y ámbitos en los que jamás podría producirse; uno no elige de qué gustar.

La tarea es más bien captarse, ser capaz de detectar y meterse en esas zonas del mundo donde nos vemos llevados a participar. Nuestros distintos intereses son las puertas por las que podemos entrar en distintos mundos, semillas del entusiasmo que crecen hasta ser plantas enteras si abonamos y regamos su despliegue problemático.

Porque el entusiasmo tiene sus problemas, no por ser una sensación feliz deja de arrastrar su complejo lastre, que no es otro que el nuestro.

¿Por qué es difícil entusiasmarse? Porque hay que pasar en limpio al ser, volcarlo en el mundo. El escudo crítico se desvanece, debe ser suplantado por una operatoria de las ganas. Eso es lo que lo hace también tan criticable, al entusiasmo. ¿Te volviste loco? ¿Estás copado con esa idiotez? Digámoslo rápido para que no se escape: una sociedad funciona mejor cuando la gente se copa con idioteces y no cuando estamos todos asustados mirando el centro que se hunde. No debería haber llegado a tener un centro tan importante, no tendríamos que habernos desecho de nuestros poderes personales para entregarlo todo a los oficiantes.

El canchero es el enemigo del entusiasmo. El entusiasmo es candidez, disfrute de lo mínimo. Cualquier mirada torva puede describirlo como un énfasis superfluo.

El canchero está de vuelta, conoce hasta lo que no conoce, explica las cosas reduciendo rápidamente las rarezas del mundo a una serie de simplezas acostumbradas.

El canchero sobra, el entusiasta está en un estado de apertura que admite y se sirve de la vulnerabilidad que no necesita eludir. El entusiasmo no es un estado de extremo cuidado, de extremo rigor, es una participación que se deja vivir.

En vez de una moral del sacrificio, una moral del entusiasmo, que entienda que aun para el trabajo es necesario entrar por la vía del darse gusto y no del someterse o dejarse de lado. La moral del entusiasmo exigiría que uno se lleve siempre consigo, que no pueda fácilmente despojarse de las características y los gustos personales para volverse formal. Llevarse a todas partes, estar de entre casa, ponerse cómodo.

La otra contrafigura del entusiasmo es el depresivo, el desapasionado, el indiferente. ¿Existirá alguien al que no le interese nada? Sí, los hay, gomas desinfladas. La posibilidad del entusiasmo se origina en la existencia de una energía amorosa inicial con la que hemos o no hemos sido cargados. Sin embargo, muchos desinflados tienen que mantener su indiferencia haciendo fuerza. No están desprovistos de fuerza de base, tal vez no tienen la suficiente para aceptarse, y gastan la que poseen en contener el interés que podrían expresar. El interés lanzado al mundo hace que uno corra muchos peligros: que sea visible, tal vez mirado con sorna, o envidiado, o querido –otro riesgo–, o incluso puede pasar que uno llegue a proponerse cosas que no logre y quede en evidencia.

El fracaso es un más acá del entusiasmo, porque el entusiasmado obtiene su paga en el proceso y no sólo en el resultado. Eso es el entusiasmo, precisamente, una complacencia en los caminos que transita una determinada actividad. El fracaso es una figura del desinflado, con la que expresa el temor de entregarse a su entusiasmo contenido o posible. El verdadero fracaso es no superar el temor. ¿Fracasar es que otro/a te diga que no, que algo salga mal? No, fracasar es no haberlo intentado, no haberse animado a tratar.

El entusiasmo es un intento que ya salió bien. Un entusiasmo es una vida: nace, crece, se reproduce y muere. Malditos seamos todos los que alguna vez hemos creído que un entusiasmo no era verdadero por el hecho de haberse agotado. No es cierto que el entusiasmo sea constante y permanente, es más bien cambiante y oscilatorio. Es cierto que la inconstancia puede nacer en las normales incapacidades del sujeto de entregarse al correr de sus emociones, del susto o de los peligros, reales o inventados. Pero también es cierto que el entusiasmo bien vivido tiene sus límites y sus finales. El asunto está en saber distinguirlos, sintiéndolos y pensándolos.

El entusiasmo es un amor por las cosas, un afecto por ciertos ámbitos, personas, actividades. Un amor que realiza nuestras posibilidades, que nos acerca a seres cuya existencia, por pertenecer precisamente a ese campo de vida compartido, tiene sentido para nosotros. El entusiasmo es el camino subjetivo para acceder al sentido, el punto nieve del querer, la ebullición que nos cocina y realiza.

DE donde surge nuestra razon

Todo sistema racional tiene fundamentos no racionales, escogidos desde la emoción, desde la preferencia, los gustos, lo que se desea hacer. Si a alguien que ha hecho una argumentación racional usted le pregunta desde dónde viene esa argumentación, al final se percatará de que viene de un gusto, de una preferencia. Si yo cambio el gusto o la preferencia, cambio la argumentación racional".

HUMBERTO MATURANA

Que significa el entusiasmo??

"La palabra entusiasmo proviene del Griego
y significa tener un Dios dentro de sí".

La persona entusiasta o entusiasmada era aquella que era tomada por uno de los dioses, guiada por su fuerza y sabiduría, y por ese motivo podría transformar la naturaleza que lo rodea y hacer que  ocurrieran cosas.
Sólo las personas entusiastas eran capaces de vencer los desafíos de lo cotidiano.
Era necesario por lo tanto entusiasmarse para resolver los problemas que se presentaban y pasar a una nueva situación.

El entusiasmo no es una cualidad que se construye o que se desarrolla.
Es un estado de fe, de afirmación de sí mismo.
La persona entusiasta es aquella que cree en su capacidad de  transformar las cosas, cree en si misma, cree en los demás, cree en la  fuerza que tiene para transformar el mundo y su propia realidad. Está impulsada a actuar en el mundo, a transformarlo, movida por la fuerza y  la certeza en sus acciones.

El entusiasmo es lo que da una nueva visión de la  vida.
Entusiasmo es distinto del optimismo. Mucha gente confunde el  optimismo con el entusiasmo. Optimismo significa creer que algo favorable va a ocurrir, inclusive anhelar que ello ocurra, es ver el lado positivo de las cosas, es una postura amable ante los hechos que ocurren.

En cambio el entusiasmo es acción y transformación, es la reconciliación entre uno mismo y los hechos, las cosas. Solo hay una manera de ser entusiasta, actuando entusiastamente.
Si tuviéramos que esperar tener las condiciones ideales primero para luego entusiasmarnos, jamás nos entusiasmaríamos por algo, pues siempre tendríamos razones para no entusiasmarnos.

No son "las cosas que van bien" lo que trae entusiasmo, es el entusiasmo que nos hace hacer bien las cosas.
Hay personas que se quedan esperando que las condiciones mejoren, que llegue el éxito, que mejore su trabajo, que mejore su relación de pareja o de familia para luego entusiasmarse... la verdad es que jamás se entusiasmarán por algo.

Si creemos que es imposible entusiasmarnos por las condiciones actuales en las que nos tocó vivir, lo más probable será que jamás saldremos de esa situación.

Es necesario creer en uno mismo, en la capacidad de hacer, de transformarse y transformar la realidad que nos rodea.
Dejar de un lado toda la negatividad, dejar de un lado todo el escepticismo, dejar de ser incrédulo y ser entusiasta con la vida, con quienes nos rodean y con uno mismo.

miércoles, 28 de marzo de 2012

grosa ,grosa de Darwin

“No es el más fuerte ni el más inteligente el que sobrevive, si no el más capaz de adaptarse a los cambios…”

Charles Darwin

Trampa en la que estamos metidos

HEMOS CREADO UN SISTEMA QUE NOS PERSUADE A GASTAR EL DINERO QUE NO TENEMOS EN COSAS QUE NO NECESITAMOS , PARA IMPRESIONAR A PERSONAS QUE NO NOS IMPORTAN

domingo, 25 de marzo de 2012

Todas las cosas están encerradas en su contrario

La ganancia en la pérdida,
la entrega en el rechazo,
el honor en la humillación,
la riqueza en la pobreza,
la fortaleza en la debilidad...
la vida en la muerte,
la victoria en la derrota,
el poder en la impotencia,
y así con todo.
Por tanto, si un hombre desea encontrar, bueno es que se conforme con perder.

Mulay Al-Arabi Ad-Darqawi

EL INSTANTE MÁGICO

Sólo entendemos el "milagro de la vida" cuando dejamos que suceda lo inesperado.
Todos los días Dios nos da, junto con el sol, un momento en el que es posible cambiar todo lo que nos hizo "infelices".
Todos los días tratamos de fingir que no percibimos ese momento, que ese momento no existe, que hoy es igual que ayer y será igual que mañana.
Pero quien presta atención a su día, descubre el "instante mágico" que puede estar escondido en cualquier parte. Ese momento existe.
Un momento en el que toda la fuerza de las estrellas
pasa a través de nosotros y nos permite hacer milagros.
La "felicidad" es a veces una bendición, pero por lo general es una "conquista".
El instante mágico del día nos ayuda a cambiar, nos hace ir en busca de nuestros sueños. 

miércoles, 21 de marzo de 2012

SI------Rudyard Kipling

Si puedes conservar la cabeza cuando a tu alrededor
todos la pierden y te echan la culpa;
si puedes confiar en tí mismo cuando los demás dudan de tí,
... pero al mismo tiempo tienes en cuenta su duda;
si puedes esperar y no cansarte de la espera,
o siendo engañado por los que te rodean, no pagar con mentiras,
o siendo odiado no dar cabida al odio,
y no obstante no parecer demasiado bueno, ni hablar con demasiada sabiduria...


Si puedes soñar y no dejar que los sueños te dominen;
si puedes pensar y no hacer de los pensamientos tu objetivo;
si puedes encontrarte con el triunfo y el fracaso (desastre)
y tratar a estos dos impostores de la misma manera;
si puedes soportar el escuchar la verdad que has dicho:
tergiversada por bribones para hacer una trampa para los necios,
o contemplar destrozadas las cosas a las que habías dedicado tu vida
y agacharte y reconstruirlas con las herramientas desgastadas...


Si puedes hacer un hato con todos tus triunfos
y arriesgarlo todo de una vez a una sola carta,
y perder, y comenzar de nuevo por el principio
y no dejar de escapar nunca una palabra sobre tu pérdida;
y si puedes obligar a tu corazón, a tus nervios y a tus músculos
a servirte en tu camino mucho después de que hayan perdido su fuerza,
excepto La Voluntad que les dice "!Continuad!".


Si puedes hablar con la multitud y perseverar en la virtud
o caminar entre Reyes y no cambiar tu manera de ser;
si ni los enemigos ni los buenos amigos pueden dañarte,
si todos los hombres cuentan contigo pero ninguno demasiado;
si puedes emplear el inexorable minuto
recorriendo una distancia que valga los sesenta segundos
tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella,
y lo que es más, serás un hombre, hijo mío.

Rudyard Kipling

domingo, 18 de marzo de 2012

El largo camino para la alegría....Thich Nhat Hanh

1] Tu ya llegaste. Por lo tanto, siente el placer en cada paso y no te preocupes con las cosas que todavía tienes que superar. No tenemos nada delante de nosotros, apenas un camino para ser recorrido a cada momento con alegría.
2] Por causa de eso, sonríe siempre mientras andas. Aunque tuvieses que esforzarte un poco y sentirte ridículo. Acostúmbrate a sonreír y terminarás alegre. No tengas miedo de mostrar que estás contento.

3] Si piensas que la paz y la felicidad están siempre adelante, jamás conseguirás alcanzarlas. Trata de entender que ambas son tus compañeras de viaje.4] Cuando andas, estás masajeando y honrando la tierra. De la misma manera, la tierra está tratando de ayudarte a equilibrar tu organismo y tu mente. Entiende esta relación y trata de respetarla Que tus pasos sean dados con la firmeza del león, la elegancia del tigre, la dignidad de un emperador.

5] Presta atención a lo que sucede a tu alrededor. Concéntrate en tu respiración eso te ayudará a liberarte de los problemas y ansiedades que tratan de acompañarte en tu camino.

6] Al caminar, no eres tu apenas que te estás moviendo, sino todas las generaciones pasadas y futuras. En el mundo llamado de real el tiempo es una medida, pero en el verdadero mundo no existe nada más allá del momento presente. Ten plena conciencia que todo lo que ya sucedió y todo lo que sucederá está en cada paso tuyo.7] Diviértete. Haz de la meditación peregrina un constante encuentro contigo mismo; jamás una penitencia en busca de recompensas. Que siempre crezcan flores y frutos en los lugares donde tus pies toquen.

Nos recuerda Coelho:

Que Todos los días Dios nos da un momento en que es posible cambiar todo lo que nos hace infelices. El instante mágico es el momento en que un sí o un no pueden cambiar toda nuestra existencia.

Nunca desistas de un sueño. Sólo trata de ver las señales que te lleven a él.

Sólo una cosa vuelve un sueño imposible: el miedo a fracasar.

Aceptar al otro como es ---- Eckhart Tolle

“Acepte que la relación es para hacerlo conciente en lugar de feliz y entonces sintonizará con esa conciencia superior que quiere nacer en este mundo.”

“No acuse a los demás de ser inconcientes, en el momento en que Usted ha comenzado a discutir, se ha vuelto inconciente también.”
“Abandonar el juicio no significa que Usted no reconozca la disfunción y la inconciencia cuando la vea. Significa SER EL QUE CONOCE en lugar de SER LA REACCION y el juez. En lugar de luchar con la oscuridad, usted trae la luz.”

“El mayor catalizador para el cambio en una relación es la ACEPTACION completa de su pareja como es, sin necesidad de juzgar o de cambiarla de ninguna manera.
Cuando esto sucede no hay más victimas ni victimarios, ni acusadores ni acusados. Este es el final de toda dependencia mutua, de ser arrastrados a los patrones inconcientes del otro y por lo tanto hacer posible que continúen. Ustedes entonces se separarán en el amor o bien entraran más profundamente en el ahora, en el ser."


Eckhart Tolle - El Poder del Ahora

Mentalidad de aprendiz--osho

Un verdadero hombre de conocimiento no pierde nunca la mentalidad de aprendiz. Nunca se convierte en un experto; nunca deja de aprender.
¿Has tenido ocasión de comprobarlo? Cuando empiezas a hacer algo por primera vez sientes una gran alegría. Cuando aprendes a conducir, por ejemplo: ¡disfrutas tanto...! pero al cabo de un mes, cuando ya has aprendido, la alegría se desvanece y se vuelve aburrido; pura rutina. Sigues conduciendo, pero ya no escuchas el zumbido del motor ni notas la corriente de aire ni observas el funcionamiento rítmico del coche. Ya no ves nada: ni los árboles, ni los pájaros ni el sol; nada. Al principio, durante unos días, fue como una luna de miel: una luna de miel con el coche.

Y lo mismo ocurre con todas nuestras experiencias. ¡Al principio todo parece tan hermoso...! Te enamoras de una mujer y todo es tremendamente hermoso, increíble; pero al cabo de unas cuantas semanas todo es tremendamente hermoso, increíble; pero al cabo de unas cuantas semanas todo se ha desvanecido, se ha acabado. Te encuentras en un callejón sin salida y buscas otra mujer u otro hombre. ¿Qué ha ocurrido?, pues que has perdido la mentalidad de aprendiz.
La mente del aprendiz es una mente inocente; una mente ignorante. Mentalidad de aprendiz significa saber que no sabes nada. Como eres consciente de que no sabes nada, estás dispuesto a aprender: accesible y abierto. Pase lo que pase, tienes curiosidad por saberlo todo y te intrigan cada momento y cada matiz. Estás exultante, y pronto te conviertes en un experto. El día en que te vuelves un experto, el aprendizaje termina y empiezas a acumular saber.
OSHO

Puntos en los que se enfoca la educacion japonesa

 1. Aritmética de Negocios.. Las operaciones básicas y uso de calculadoras de negocio.

2. Lectura. Empiezan leyendo una hoja diaria del libro que cada niño escoja, y terminan leyendo un libro por semana.

3. Civismo. Pero entendiendo el civismo como el respeto total a las leyes, el valor civil, la ética, el respeto a las normas de convivencia, la tolerancia, el altruismo, y el respeto a la ecología.

4. Computación. Office, internet, redes sociales y negocios on-line.

5.  Idiomas

sábado, 17 de marzo de 2012

Cómo transformar el cuerpo de dolor:

Reconociendo: Observa la conversación interna. Cuando los pensamientos sobrevengan, permítelos y reconoce los sentimientos que generan. “Estoy asustado”, “Estoy enojado”, “Estoy triste”, “Estoy excitado”, “Estoy entusiasmado”, “Me siento atraído”, "Estoy confundido", etc. Date cuenta que cuando una emoción está activa, también hay un diálogo interno que pretende justificar y dar razón o sentido a la emoción. Procura quedarte con la sensación sin perderte en el diálogo interno.
Localizando: Ahora, enlaza con tu cuerpo ¿Dónde lo siento? Notando en qué parte del cuerpo está exactamente la sensación. Estamos acostumbrados a estar desconectados de nuestro cuerpo. Cuando permitimos que el cuerpo sea parte de lo que está sucediendo, entramos a otro nivel de consciencia y el cuerpo nos contará lo que necesitamos. La energía estancada está en el cuerpo y desde allí será liberada.
Permitiendo: Ahora que escuchas tu cuerpo, déjalo que haga lo que necesita: moviéndolo, sacudiéndolo, estirándolo, emitiendo sonidos… Al conectar con el cuerpo, el nos dirá lo que necesita y simplemente se lo permitimos sin juzgar, ni criticar. Por ejemplo, el cuerpo necesita gritar y la mente puede resistirse justificándose en que será vergonzoso o incomodará a otros. Permitirlo significa contribuir a satisfacer la necesidad del cuerpo, a pesar de reconocer lo que la mente nos diga. Si necesita gritar puedes imaginar que gritas y te zambulles en esa sensación.
Intensificando: Amplificando al máximo lo que siento. La manera de traspasar la contracción es experimentándola en todo su potencial, a pesar de los temores que genere. Estamos hechos de una gran inteligencia, de manera que, se trata de confiar y zambullirnos totalmente en la contracción.
– Respirando: Pasado el proceso de reconocer, permitir, localizar e intensificar, la respiración nos llena de vida y equilibrio promoviendo la conexión entre todas las células del cuerpo y por lo tanto la integración de la energía liberada.
Después, procúrate un tiempo a solas para integrar la experiencia que has tenido. Tal vez, recostarte por un rato y luego escribir en tu agenda.
Toma agua.

El miedo mas grande del hombre

El miedo más grande del hombre está en conocerse a asi mismo. El cúmulo de condenaciones que a lo largo de tu vida has recibido de tus padres, de la escuela, de tus relaciones pasadas, de la sociedad, de tu religión, hace que desees esconderte de ti mismo, por tanta basura acumulada en tu interior.

Acéptate a ti mismo, como tu eres, y esa es una de las cosas más difíciles del mundo, porque va contra tu entrenamiento, educación, tu cultura. Desde el inicio te fueron diciendo como tenias que ser, nadie nunca te dijo que tu eras bueno como tu eres. No seas obsesionado contigo mismo, pero un amor propio natural es imprescindible, es una condición básica por la cual puedes entonces amar a otros. Acéptate a ti mismo, ámate a ti mismo. Ninguna otra persona ha sido jamás como tu y nadie más será como tu.
Tu eres simplemente único, incomparable: acepta esto, ama esto, celebra esto, y en esa misma celebración comenzaras a ver la singularidad de los demás, la incomparable belleza de los otros.
El amor es solo posible cuando hay una profunda aceptación de uno mismo, del otro, del mundo. Aceptar es el elemento clave en el cual crece el amor, en el cual florece el amor.

Reflexion sobre el miedo

“El miedo es siempre el deseo de no perder algo propio.

El algo más importante que un individuo puede perder es su vida.

Sin embargo «su vida» no es «suya». La vida es un fenómeno universal, no individual.

Bajo el miedo a perder la vida está el miedo a perder la individualidad.
 

La individualidad, siendo ilusoria, resume ese miedo a perder la sensación de individualidad, que es una ilusión en tanto que individualidad, pero una realidad en tanto que sensación.

La individualidad se resume en sentirse a sí mismo.

Dejar de sentirse sí mismo es el mayor miedo.

Para que el miedo se sienta a sí mismo necesita crear objetos que no sean él.
 

Necesita separarse y circunscribir áreas que limiten lo otro, dándole una individualidad aparente,

De allí nace la sociedad represiva y egoista.”


Alejandro Jodorowsky sobre el miedo

viernes, 16 de marzo de 2012

En perspectiva

Muchas veces nos quejamos pensando que ya no puede ser
peor, pero hay muchos que darian todo por estar como nosotros.

lunes, 12 de marzo de 2012

El principito

Entonces apareció el zorro.
-Buenos días- dijo el zorro.
-Buenos días- respondió cortésmente el principito.
-¿Quién eres?- dijo el principito-. Eres muy lindo...
-Soy un zorro-dijo el zorro.
-Ven a jugar conmigo- le propuso el principito-. ¡Estoy tan triste!...
-No puedo jugar contigo- dijo el zorro-. No estoy domesticado.
-¡Ah! Perdón- dijo el principito.
Pero, después de reflexionar, agregó:
-¿Qué significa domesticarâ?
-Es una cosa demasiado olvidada- dijo el zorro-. Significa crear lazos.
-¿Crear lazos?
-Sí- dijo el zorro-. Para mí no eres todavía más que un muchachito semejante
a cien mil muchachitos. Y no te necesito. Y tú tampoco me necesitas. No soy
para ti más que un zorro semejante a cien mil zorros. Pero, si me domesticas,
tendremos necesidad el uno del otro. Serás para mí único en el mundo. Seré
para ti único en el mundo...
-Empiezo a comprender- dijo el principito-. Hay una flor... Creo que me ha
domesticado. ..
 ******

Pero el zorro volvió a su idea:
-Mi vida es monótona. Cazo gallinas, los hombres me cazan. Todas las
gallinas se parecen y todos los hombres se parecen. Me aburro, pues, un
poco. Pero, si me domesticas, mi vida se llenará de sol. Conoceré un ruido
de pasos que será diferente de todos los otros. Los otros pasos me hacen
esconder bajo la tierra.
El tuyo me llamará fuera de la madriguera, como una música. Y además,
¡mira!¿Ves, allá, los campos de trigo? Yo no como pan. Para mí el trigo es
inútil. Los campos de trigo no me recuerdan nada. ¡Es bien triste! Pero tú
tienes cabellos color de oro. Cuando me hayas domesticado,
¡será maravilloso! El trigo dorado será un recuerdo de ti. Y amaré el ruido
del viento en el trigo...

El zorro calló y miró largo tiempo al principito:
-¡Por favor... domestícame!- dijo.
-Bien lo quisiera- respondió el principito-, pero no tengo mucho tiempo. Tengo
que encontrar amigos y conocer muchas cosas.
-Sólo se conocen las cosas que se domestican- dijo el zorro-. Los
hombres ya no tienen tiempo de conocer nada. Compran cosas hechas a
los mercaderes. Pero como no existen mercaderes de amigos, los hombres ya
no tienen amigos. Si quieres un amigo, ¡domestícame!

******                                        

Al día siguiente volvió el principito.
-Hubiese sido mejor venir a la misma hora- dijo el zorro. Si vienes, por
ejemplo, a las cuatro de la tarde, comenzaré a ser feliz desde las
tres. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. A las cuatro me
sentiré agitado e inquieto; ¡descubriré el precio de la felicidad! Pero si
vienes a cualquier hora, nunca sabré a qué hora preparar mi corazón...
 Los ritos son necesarios.
-¿Qué es un rito?- dijo el principito.
-Es también algo demasiado olvidado- dijo el zorro-. Es lo que hace que
un día sea diferente de los otros días, una hora de las otras horas.
Así el principito domesticó al zorro. Y cuando se acercó la hora de la
partida: -¡Ah!... dijo el zorro-. Voy a llorar.
-Tuya es la culpa- dijo el principito. No deseaba hacerte mal pero
quisiste que te domesticara.
-Sí- dijo el zorro.
-¡Pero vas a llorar!- dijo el principito.
-Sí- dijo el zorro.
-Entonces, no ganas nada.
-Gano- dijo el zorro-, por el color del trigo.
Luego agregó:
-Ve y mira nuevamente las rosas. Comprenderás que la tuya es única
en el mundo.
Volverás para decirme adiós y te regalaré un secreto.
El principito se fue a ver nuevamente a las rosas.

******                                       
Y volvió hacia el zorro:
-Adiós- dijo.
-Adiós- dijo el zorro-. He aquí mi secreto. Es muy simple: no se ve bien
sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos. El tiempo que
perdiste por tu rosa hace que tu rosa sea tan importante. Los
hombres han olvidado esta verdad. Pero tú no debes olvidarla. Eres
responsable para siempre de lo que has domesticado.
Eres responsable de tu rosa...

Antoine de Saint-Exupéry

Detrás de la agresividad

"La violencia es el miedo a los ideales de los demás" (Gandhi)
Ante un estímulo externo tenemos dos comportamientos posibles: responder o reaccionar. En el primer caso controlamos de forma consciente nuestro comportamiento. En el segundo actuamos sin control. En este contexto, la agresividad no es nunca una forma de respuesta, sino de pura reacción.
La reacción es un impulso automático del ser humano, que procede del instinto de supervivencia, y que tiene lugar cuando percibe un peligro o se siente atacado. Así pues, la agresividad es en esencia una reacción defensiva de alguien que en un momento dado se siente provocado.
Al margen de la agresividad patológica, que no es objeto del presente artículo, hay distintos orígenes para los comportamientos agresivos ocasionales con los que nos obsequia la gente en nuestro día a día:
- Hay agresividad que procede de nuestra inseguridad: cuando nos sentimos inseguros ante algo o alguien, cuando no dominamos algo y alguien nos cuestiona o nos pone en duda, la reacción por defecto será con toda probabilidad agresiva. Solo desde una gran dosis de seguridad personal podemos responder serenamente si alguien nos cuestiona.
- Hay agresividad que procede de nuestra falta de valor para decir lo que tenemos que decir: cuando tenemos que dar malas noticias, o hacer alguna observación negativa, y somos de los que nos cuesta hacerlo, nunca encontramos el momento adecuado. Y cuando finalmente hacemos acopio de valor, y lo decimos, nos vamos directamente y sin darnos cuenta al otro extremo, pasando de callarnos a decirlo con agresividad.
- Hay agresividad que simplemente procede de nuestra inquietud, de nuestros nervios: cuando algo nos inquieta, sea porque estamos ante una persona importante, porque hemos trabajado mucho en el tema o por cualquier otro motivo, es difícil responder ante cualquier observación sin alterarnos, manteniendo un tono constructivo.
- Y hay también agresividad que procede de nuestro sentimiento de culpa. Este sería a mi entender el caso de los ejemplos descritos al inicio. Cuando el sujeto se siente culpable y sabe que ha hecho mal las cosas, vive el comentario que le hagan como una agresión que le induce al ataque. En este caso, lo que hace es proyectar su enfado en los demás, cuando en realidad con quien está enfadado es consigo mismo.
En todos los casos la raíz es común, y se trata del miedo en cualquiera de sus formas o matices. Como afirma el Dalai Lama, "la ira nace del temor", y ciertamente, cuando alguien o algo nos da miedo, la reacción colérica o fuera de tono no se hace esperar.
¿Cómo responder?
"El buen juicio no necesita de la violencia" (León Tolstói)
A menudo, ante los ataques de alguien, no sabemos reaccionar. La recomendación fundamental ante una persona irritada es por encima de todo no reaccionar nosotros, y en muchos casos ni tan siquiera la respuesta serena merece la pena, puesto que si el otro está fuera de sí, no va a procesar nada de lo que le intentemos decir.
Lo que es seguro es que ante una persona agresiva no lleva a ninguna parte dejarla en evidencia, afearle su conducta o intentar discutir. Porque caeremos inevitablemente en una espiral de reacciones y contra reacciones que muy pronto nos hará perder el control a nosotros y nos encontraremos comportándonos a merced del otro.
Es importante vivir la agresividad ajena con la prevención de no caer nunca en su terreno de juego, no caer en la provocación y reaccionar, para mantener así y en todo momento nuestro juicio. Como afirmó Viktor Frankl, "no podemos controlar los acontecimientos, pero sí nuestra reacción a ellos", y, como nos recuerda Stephen Covey, "nuestra conducta es una función de nuestras decisiones, no de nuestras condiciones".
¿Qué se puede hacer?
"El medio para hacer cambiar de opinión es el afecto, no la ira" (Dalai Lama)
Si tenemos en nuestro entorno una persona que se muestra reiteradamente colérica (dejando al margen siempre casos no patológicos), hemos de considerar en primer lugar los posibles motivos: estamos ante una persona a la que la inseguridad y/o alguna manifestación del miedo la está colapsando.
No ayudará, por tanto, censurar su comportamiento ni mientras lo muestra (no está en condiciones de aceptarlo) ni en algún momento posterior (aunque lo acepte, su seguridad se verá inevitablemente minada). Tampoco funcionará dejarlo públicamente en evidencia. Todo ello no hará más que reforzar su inseguridad y, por tanto, la directa manifestación de esta: su reactividad y su agresividad.
Hay un camino que sí ayudará, aunque será lento en algunos casos y exigirá una gran dosis de empatía y generosidad: aceptar a la persona, comprenderla y, una vez comprendida la raíz de sus miedos, darle seguridad.

domingo, 11 de marzo de 2012

Efectos del crecimiento

«La Naturaleza de la lluvia es la misma, pero hace que crezcan espinas en los pantanos y flores en los jardines».
Proverbio arabe

eL ORACULO DE DELFOS

"Te advierto, quien quieras que fueres,

¡Oh! Tú que deseas sondear los arcanos de la naturaleza,que si no hallas
 dentro de ti mismo aquello que buscas, tampoco podrás hallarlo fuera.

Si tú ignoras las excelencias de tu propia casa, ¿cómo pretendes encontrar otras excelencias?

En ti se halla oculto el Tesoro de los Tesoros

¡Oh! Hombre, conócete a ti mismo y conocerás el universo y a los Dioses."

Oraculo de Delfos

COMO ME RELACIONO

Primero aprende a estar solo. La meditación es una forma de estar solo. Si eres capaz de ser feliz cuando estás solo, habrás encontrado el secreto de la felicidad. Entonces serás capaz de ser feliz en pareja. Si eres feliz, entonces tendrás algo que dar, que compartir. Porque cuando das, también recibes; no al contrario. Entonces surge la necesidad de amar a alguien.

Normalmente tienes la necesidad de ser amado por alguien. Es una necesidad equivocada también. Es una necesidad infantil; denota tu inmadurez. Es la actitud de un niño.
Una persona madura es aquélla que descubre su otra necesidad: la necesidad de amar a alguien. La necesidad de ser amado es infantil, inmadura. La necesidad de amar es madura".

"Si otra persona puede hacerte feliz e infeliz,
no eres un amo,sino un esclavo.
El otro te tiene en su poder.
Con un simple gesto te puede hacer desgraciado;
con una pequeña sonrisa te puede hacer feliz...
Con tantos amos tirando de ti en tantas direcciones y dimensiones,
nunca estás en armonía,nunca eres uno;
y jalado en tantas direcciones,estás angustiado.
Sólo alguien que es dueño de sí mismo puede trascender la angustia".

QUE SIGNIFICA VIVIR CONCIENTE ??

Conciencia significa que eres completamente consciente de cualquier cosa que esté ocurriendo en ese momento. Tú estás presente. Si tú estás presente cuando surge la ira, la ira no puede surgir. Solo puede ocurrir cuando estás completamente dormido. Cuando estás presente, se inicia inmediatamente una transformación en tu ser, porque cuando tú estás presente, consciente, muchas cosas simplemente no son posibles. Así pues, de hecho solo existe un pecado, que es la inconsciencia

Lo único que hay que aprender es a estar vigilante. ¡Vigila!
Vigila todas tus acciones.
Vigila todos los pensamientos que pasan por tu mente.
Vigila todos los deseos que se apoderan de ti.

Vigila incluso los pequeños gestos: andar, hablar, comer, tomar un baño. Sigue vigilándolo todo. Deja que todo se convierta en una oportunidad para vigilar.
No comas mecánicamente, no te limites a engullir. Mantente muy alerta. Mastica bien y no dejes de estar alerta... y te sorprenderá lo mucho que te has perdido hasta ahora, porque cada bocado te proporcionará una enorme satisfacción. Si comes vigilantemente, la comida será más sabrosa. Incluso la comida vulgar sabe bien si estás alerta; y si no lo estás, ya puedes comer la comida más sabrosa, que no tendrá sabor porque no hay nadie que lo advierta. Simplemente, seguirás engullendo. Come despacio, con atención; cada bocado hay que masticarlo y saborearlo.
Huele, toca, siente la brisa y los rayos de sol. Mira la luna conviértete en un estanque callado y, vigilante, y la luna se reflejará en ti con enorme belleza.
Muévete por la vida manteniéndote en constante vigilancia. Se te olvidará una y otra vez. No te atormentes por ello; es natural. Durante millones de vidas, nunca has intentado estar alerta, así que es lógico y natural que te olvides una y otra vez. Pero en cuanto te acuerdes, vuelve a vigilar."

Dijo Heráclito:
Los hombres son tan olvidadizos y descuidados
de lo que ocurre a su alrededor
en sus momentos de vigilia
como cuando están dormidos.
Tontos, aunque oyen
son como los sordos.
A ellos se les aplica el adagio
de que cuando están presentes
están ausentes.
Uno no debería actuar ni hablar
como si estuviera dormido.
Los despiertos tienen un mundo en común,'
los durmientes tienen un mundo privado cada uno.

Lo que vemos cuando estamos despiertos es la muerte
; cuando estamos dormidos, vemos sueños.

SUZANE POWELL

LOS 12 CONSEJOS PARA RETRASAR EL ENVEJECIMIENTO:

1. COMER MENOS: Es el primero que coloco porque comer todo lo que se nos apetece es el camino más rápido para envejecer, porque comer más de lo que necesitamos aumenta el estrés oxidativo del organismo que agrede a las proteínas, a los lípidos, al ADN y al cerebro. Porque en los alimentos están los radicales libres que oxidan a nuestro organismo.
2. DEPORTE DE FORMA REGULAR. Al practicar deporte aeróbico de forma habitual y continuada segregamos unas sustancias que repercuten en una mayor plasticidad del cerebro.
3. EJERCICIO MENTAL. Hacer ejercicio mental todos los días. Jubilarse no implica sentarse en el sofá de casa a ver la tele, hacer crucigramas o leer. Debemos estimular la mente con retos; por ejemplo: aprender un idioma nuevo. Es una tarea fascinante, que requiere esfuerzo, pero que produce mucho placer, porque es útil y porque provoca la admiración de los demás.
4. VIAJAR MUCHO. Viajar requiere, en esencia, aprender y memorizar, adquirir percepciones y memorias nuevas. La rutina es nefasta para el cerebro. Además, viajar genera un cúmulo de emociones, que es realmente lo que mueve a nuestras neuronas.
5. VIVIR ACOMPAÑADO. Una buena salud mental pasa por tener relaciones buenas y constantes con los demás. La transferencia emocional tiene muchas ventajas sociales. Quienes viven en pareja y tienen amigos se adaptan mejor a los cambios.
6. ADAPTARSE A LOS CAMBIOS. Adaptarse quiere decir también asumir los tiempo que corren. Si nos aislamos, si decimos “yo ya soy muy mayor para esto”, lo único que conseguimos es estresarnos emocionalmente.
7. EVITAR EL ESTRÉS CRÓNICO. El estrés crónico tiene muchas consecuencias dañinas sobre el organismo y el cerebro, libera de forma constante hormonas glucocorticoides que afectan directamente al cerebro. Lo mejor para contrarrestarlo es practicar deporte.
8. NO FUMAR. Este hábito puede producir pequeños infartos cerebrales y declinar las funciones mentales. La nicotina produce una reducción de la memoria y la atrofia y la muerte de las neuronas. Además, aumenta el estrés oxidativo en el cerebro
9. DORMIR BIEN. Necesitamos entre siete y ocho horas de sueño reparador cada noche para que nuestro cerebro pueda borrar aquella información innecesaria y reforzar los conocimientos aprendidos. También para reparar tejidos dañados.
10. EVITAR EL APAGÓN EMOCIONAL. La motivación, la ilusión, la emoción, es lo que nos empuja a tener ganas de vivir. Ése es el motor que llevamos dentro y que nos mueve a querer seguir estando vivos.
11. AGRADECIMIENTO. Agradecer es uno de los gestos humanos más bellos, que une a quien agradece y a quien recibe el agradecimiento. La vejez es un tiempo sano de agradecer, de dar, de crear nuevos lazos y dejar atrás antiguos lastres que eran causas de tensiones, angustias y pesadumbres.
12. LAS PEQUEÑAS COSAS. Ser mayor, de mente clara y sano es un privilegio. Disfrutemos de las pequeñas cosas, sin crearnos necesidades por las que tengamos que luchar para conseguirlas.

sábado, 3 de marzo de 2012

EVOLUCION ESPIRITUAL

Alguna gente parece pensar que el crecimiento espiritual  es una carrera. Cuando ellos sienten que están ganando, entonces les cuentan a otros. Su vida es la que les cuenta a otros y esa es una manifestación mucho más fuerte. Dejen que su vida manifieste su crecimiento y se encontrarán a si mismos haciendo el impacto. 

            Algunos sienten que se tienen que suscribir a un cierto tipo de sistemas de creencias para conseguir la iluminación. La evolución espiritual no tiene nada que ver con sus creencias. Ustedes podrían tener creencias de la Nueva Era, o creencias Budistas. No importa cuales sean sus conceptos. Si ustedes viven su vida en el espíritu, en gracia, en bondad para todos, entonces ustedes están evolucionando espiritualmente.

            Los sistemas de creencias y los enjuiciamientos de las creencias de otros, son limitaciones de su propio crecimiento. Es difícil tener una vida expansiva con creencias restrictivas. Es muy importante no enjuiciar a otros y de no decidir que las creencias de otros son menos o más grandes que las suyas. Cuando ustedes se encuentran atascados en esa evaluación, hagan una inspiración y conéctense con la Fuente; porque la Fuente no conoce diferencias, no conoce juicios ni evaluaciones.

  Jonette Crowley         

FRACASA DE NUEVO, PERO FRACASA MEJOR !!!!

No siempre se gana. No siempre las cosas salen bien. Tampoco actuamos en todo momento con el mejor acierto. A veces fracasamos estrepitosamente y otras erramos con la inocencia de un niño, sin prever las consecuencias de lo que ni siquiera somos culpables.
Hay que fracasar.Por necesidad.Por obligación.Por responsabilidad Por compromiso… hay que fracasar y hay que hacerlo bien.Hay que ser expertos en el fracaso para poder avanzar y llegar lejos. Hay que caer. Una y otra vez. Para aprender a subir de nuevo.
Para conocer elvalor de lo que no nos gusta. De lo que nos duele. De lo que significa ser incomprendido, estar cansados de equivocarnos, estar solos, no ser valorados en nuestra justa medida, actuar con el corazón y ser juzgados conel rigor que se aplica al culpable…
Para todo ello, no hay más remedio, sin duda, que fracasar.
 Hay que aprender a caer como lo hacen los niños. Con flexibilidad, con elegancia,con dulzura, con la expectación de conocer qué se siente al rozar el suelo y con las imperiosas ganas de volver a la batalla, que sigue arriba, para sentirnos vivos.
Hay que fracasar y hacerlo cada vez mejor. Aprender a equivocarnos,a manejarnos bien en las distancias que marcan los errores.
Comenzar por no hacer lo correcto para comprender que en lo que
nos debemos a nosotros mismos está el placer de seguir siendo libres.
Caminar desde lo desconocido hasta lo imposible, y vislumbrar en el trayecto que hemos luchado por lo que le parece justo al corazón Con equivocaciones se aprende mejor y más rápido. Se termina pronto la carrera del orgullo, para abrazar la de la humildad y el compromiso.
Hemos de fracasar más. Tanto, que nos duela el alma de romper
lanzas contra los desafíos y quebrarlas para deshacer entuertos. Tanto, que llegue el momento de entender que solo comenzando de nuevo podemos llorar sin miedo a que nos vean, reír sin temor a ser criticados, sentir sin la desconfianza de ser correspondidos y, sobre todo, amar sin la necesidad de obtener nada a cambio.*
Cuando hayamos logrado todo esto, entonces y sólo entonces,
habremos fracasado lo suficientemente bien como para dejar de hacerlo.