viernes, 4 de octubre de 2013

EL BIEN Y EL MAL

El Bien y el Mal… esta dicotomía de la Humanidad… ¿qué son? ¿por qué existen? O la cuestión tan realizada en estos miles de años: ¿Por qué Dios si es Bueno, permite que exista el Mal?
Esto ha derivado en cuestiones como: ¿Por qué pasan cosas malas? ¿Por qué Dios deja que nos sucedan cosas malas? ¿Por qué existe gente mala? ¿Por qué le pasan cosas malas a la gente buena?

Todas estas cuestiones por las cuales el normal de las personas en este mundo han pasado, son uno de los temas fundamentales a los que podemos llegar en la búsqueda de nuestra evolución, de reconocer las verdades y encontrar la luz.
 En primer lugar debo decir muy sinceramente que lo que yo pueda explicar sobre el Mal y el Bien, no es más que mi humilde trasmisión de experiencias desde un nivel No Emocional.
 En los niveles de Información, la concepción de lo Bueno y lo Malo no existe, sólo existe el movimiento, o el estancamiento. Para los seres y entidades universales, lo peor que puede existir es estancamiento.
El único libro espiritual que pude leer en mi vida de Humano: el “Bhagavad Gita”, habla de la Acción, No Acción e Inacción. La Inacción es la peor de las tres, pues implica el No movimiento, implica estar inerte, estancado. En cambio, la No acción es una elección que tal vez influya en el accionar externo, para traducirlo: “No me meto, no es mi problema”, es una forma sabia de expresar la No Acción. Y la Acción, es lo importante. Nunca se dice si la acción debe ser Buena o Mala, como recuerdo que se decía en 11ª Dimensión: “No importa si es malo o bueno, lo importante es que se haga.”

Desde luego, nuestra civilización se basa en el Bien y el Mal, pero eso es porque no entendemos la verdadera esencia y origen de ambas:

 El BIEN
Éste no es la Luz, el bien es una manera de accionar. Es una forma de tomarse las cosas con sabiduría y armonía.

 El MAL
Éste no es la oscuridad, el mal es otra manera de accionar. Una forma de hacer las cosas rápida y aceleradamente, sin importar la armonía, simplemente el movimiento.
 Para entender esto de mejor manera, tenemos que recurrir a la base que genera todo esto: el Movimiento.
 Este movimiento es el que nosotros humanos llamamos AMOR, el mal, se mueve mucho a través del Amor, por más ilógico que parezca. Nosotros tenemos un mal concepto respecto al Amor, y es que creemos que éste es suave, que nos arropa, nos une, que es familiar, paternal, pero no es así, el Amor es una vibración fuertísima, es como un rayo, que puede dar luz, fuego, o puede provocar la muerte. El Mal utiliza el amor, pero de una manera no equilibrada.
 Nosotros somos seres que estamos experimentando, y por lo tanto, somos seres que intentamos estar en Armonía, pues nuestra evolución interna y externa nos llama a buscar la armonía, y es por eso que vemos al Mal, como algo malo, aunque en realidad no lo sea.

Debemos liberarnos de los conceptos viejos católicos o religiosos en general: BIEN y MAL con dos caras de una misma moneda, uno elige cuál usar, pero ambas llevarán al mismo objetivo, sólo debemos tener en cuenta una cosa:
 El Bien nos ayuda a la iluminación equilibrada, es un camino más lento, en el que la Paciencia es el arma más preciada, mientras que el Mal, es la manera rápida de hacer las cosas, el camino corto. El problema del camino corto, es que hay millones de distracciones en él. Si uno se distrae con una sola de esas tonterías en el camino, tardará muchísimo tiempo en salir de ese camino.
 Ambos caminos son la luz, visto desde la materia, el Mal deteriora el camino de la Luz, del equilibrio, lo tienta, lo confunde, lo perturba, y lo asecha, mientras que desde la visión neutra del universo, el Mal pone a prueba los límites y el equilibrio del Bien, lo fortalece, le da objetivos, y lo ayuda a evolucionar.
 En los mundos, no podría existir la evolución sin uno o el otro. Es importante vivir en la dicotomía de incomprensión, es importante no entender por qué pasa esas cosas… no se apresuren a comprender este mecanismo.

Esto que he dicho aquí, no justifica el accionar del Mal, justifica la existencia del mismo. Cada uno en su interior sabe que el Mal es una elección, la diferencia no está en creer que se pueden utilizar los dos en pro de la evolución, la diferencia radica en el hecho de saber cuál es el camino que realmente nos corresponde en este preciso momento.

 Recuerden:
 el Equilibrio sólo existe cuando logramos aceptar y balancear dos aspectos de nuestra realidad…
y nuestra realidad está constituida por el Bien y el Mal… negando la importancia del Mal,
o la oscuridad en nuestra evolución, nunca encontraremos el Equilibrio”.

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