viernes, 1 de marzo de 2013

Confía siempre en un estado mental dichoso

Si eres infeliz, eso significa sencillamente que has aprendido trucos para ser infeliz y nada más. La infelicidad depende del estado de tu mente. Hay personas que son infelices en todo tipo de situaciones.
Tienen una cierta cualidad en su mente, que lo transforma todo en infelicidad. Si les hablas acerca de la belleza de la rosa, inmediatamente empiezan a contar las espinas.
Si les dices: «¡Qué mañana tan hermosa!, ¡qué día tan soleado!», te
mirarán como sorprendidos por lo que has dicho. Te dirán: «¡Bueno y qué! ¡Un
día entre dos noches oscuras! Se trata sólo de un día entre dos noches
oscuras, ¿dónde está la maravilla? ¿Por qué estás tan entusiasmado?»
Lo mismo puede mirarse desde una referencia positiva; entonces de repente
cada noche está rodeada de dos días. Y de repente, resulta un milagro el que
la rosa sea posible, el que una flor tan delicada sea posible entre tantas
espinas.
Todo es lo mismo. Todo depende de la clase de estado mental que lleves en la
cabeza. Millones de gente llevan cruces; naturalmente, obviamente, están
agobiados. Su vida es una pesadez. Su estado mental es tal, que
inmediatamente quedan enfocados en todo lo que sea negativo; magnifican lo
negativo. Miran la vida de una manera mórbida, patológica. Pero siguen
pensando: «¿Qué podemos hacer? El mundo es así.»
¡No, el mundo no es así! El mundo es absolutamente neutro. Tiene espinas, tiene rosas, tiene noches y tiene días. El mundo es absolutamente neutro, equilibrado; lo tiene todo. Depende de ti, de lo que escojas.
Si has decidido escoger sólo lo malo, vivirás en un mundo malo, porque vivirás en el mundo que tú mismo has escogido.
Así es como la gente crea el cielo y el infierno en la misma Tierra.
Pero parece increíble que Buda viviera en esta Tierra con aquel tipo de gente, y
estuviera en el paraíso; y tú vivas en la misma Tierra con el mismo tipo de
gente, y estés en un infierno...
Así que hay dos posibilidades. La mente política dice: «Cambia el mundo.»
La mente religiosa dice: «Cambia tu estado mental.»
La religión y la política son diametralmente opuestas. Hay una posibilidad
de que la ciencia y la religión se encuentren un día. Tarde o temprano, la
ciencia y la religión se van a encontrar, porque su enfoque es muy similar.
Quizá la dirección sea diferente: la ciencia busca en lo externo, y la
religión en lo interno; pero la búsqueda, la cualidad de la búsqueda, es la
misma. El espíritu de la búsqueda es el mismo.
Aunque no veo ninguna posibilidad de que la política y la religión se
encuentren. La política piensa siempre que el mundo está mal. Cambia la
sociedad, la economía, la estructura, esto y lo otro, y todo estará bien. Y
la religión dice: el mundo siempre ha sido el mismo y lo seguirá siendo;
sólo puedes cambiar una cosa: el contexto de tu mente, la condición de tu
mente.
Osho-El Libro de la Sabiduría
Capítulo 3 Observando al Observador

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