viernes, 23 de agosto de 2013

El poder de la perseverancia

En una humilde escuela rural, un niño se ocupaba cada día de llegar primero y encender el fuego para calentar la sala antes de que los profesores y los alumnos llegaran.
Cierta mañana ellos llegaron y encontraron la escuela en llamas. El niño estaba inconciente. Lo llevaron al hospital mas cercano con quemaduras muy profundas en la parte inferior de su cuerpo.
Desde su lecho el niño escuchaba lo que el médico le decía a su madre: Probablemente morirá, el fuego devastó sus piernas.
El niño no quería morir. Él se decía a si mismo que sobreviviría. Él iba a encontrar la manera.
Pasaron los días y el riesgo de muerte disminuyó y escuchó nuevamente a su medico hablando con su madre e informándole que lamentablemente el estaría condenado a vivir en una silla de ruedas ya que el fuego había destruido totalmente los músculos de sus dos piernas.
Al escuchar eso el niño tomó una decisión: El no sería un inválido, él volvería a caminar.Un día fue dado de alta y aunque su madre masajeaba todos los días su piernas, él no tenía ninguna sensibilidad en ellas. No obstante eso,su determinación de caminar cada día se hacía mas fuerte.
Un día muy soleado su madre, lo sacó a tomar un poco de aire y a pedido del niño lo acostó sobre la grama. El niño aprendió a arrastrarse y arrastrándose un día llegó al perímetro del terreno donde vio varias estacas y con gran esfuerzo se fue agarrando de la cerca hasta que pudo ponerse de pie. Cada día se ejercitaba por horas y así consiguió dar sus primeros pasos.
Finalmente, con los masajes que le daba su madre, su determinación impresionante y muchas horas de ejercitación empezó a caminar hasta que un día llegó a poder correr.El Dr. Glenn Cunningham, que así se llama este niño, fue el corredor mas rápido del mundo en la carrera de una milla.

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