jueves, 19 de enero de 2012

Eres un cobarde sabelotodo

Saber cómo evolucionar no es suficiente. Necesitas el bendito coraje para evolucionar.

Vivimos en una era de intelectuales, inteligentes y talentosos. Sabelotodos que son expertos en el pragmatismo de lo conocido. Intelectuales en la abstracción de lo desconocido.

Tú eres talentoso, inteligente y sabelotodo, sino no estarías buscando en los pasillos de la blogosfera perspectivas que enriquezcan tu equipaje intelectual para el cambio.

Normales exitosos como tú y como nosotros usamos la intelectualización del siguiente nivel como puente entre lo conocido y lo desconocido.

Lamentablemente muchos se quedan a medio camino. Atrapados en el plano abstracto de lo que continuará. Esposados al lenguaje elegantioso de lo que no se atreven a vivir.

Conocimiento sin el valor para practicarlo es sólo una escalera sin terminar. Un edificio sin segundo piso.

Acéptalo. Tú ya sabes lo que necesitas para cambiar.

La gran escacez de este siglo es el coraje. No el conocimiento.
El coraje de entender que estas prácticas son un medio no un fin.

Son puertas, no destinos. Caminos, no metas. Mapas, no territorios.

¿Y cómo aprendes a tener coraje?

En momentos de peligro.
No nos referimos a guerras nucleares o saltos de bungee. Nos referimos al peligro de perder una parte de tu ego. Al peligro de dejar ir algo preciado. El peligro de cerrar tu computadora e ir a enfrentarte con tus demonios.

En este mundo de cercos de seguridad y barreras contra el sufrimiento, hemos perdido nuestra capacidad de exponernos al peligro para ejercitar el coraje.
El peligro está en todo lado. Pero sin en realidad te salvas de él refugiándote en alguna de tus prácticas espirituales o ideologías de sabelotodo....

...eres un cobarde.

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