domingo, 23 de junio de 2013

Esfuerzo correcto.

Un hombre decidió cavar un pozo en un terreno que poseía.
Eligió un lugar y profundizó hasta los cinco metros, pero no
encontró agua.
Pensando que aquel no era el sitio idóneo, buscó otro lugar y se esforzó más llegando hasta los siete metros, pero tampoco esta vez halló agua. Decidió probar una tercera ocasión en distinto lugar, y
cavar aún mucho más, pero cuando llegó a los diez metros, concluyó que en su terreno no había agua y que lo mejor era venderlo. Un día fue a visitar al hombre al cual había vendido el terreno, y se encontró con un hermoso pozo.
 -Amigo, mucho has tenido que cavar para encontrar agua, recuerdo que yo piqué más de veinte metros y no encontré ni rastro -dijo el recién llegado.
 -Te equivocas -contestó el aludido-. La verdad es que yo sólo cavé doce metros, pero a diferencia de ti, siempre lo hice en el mismo sitio.

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