lunes, 26 de septiembre de 2011

El Mendigo

            ¿Por qué siempre estoy mendigando atención? ¿ Qué puedo hacer acerca de esto?

            PEDIR atención es una de las debilidades humanas, una debilidad profundamente arraigada. Las personas piden atención porque no se conocen a sí mismas. Uno sólo puede verse la cara en los ojos de los demás, puede encontrar su personalidad en las opiniones de los demás. Lo que los demás dicen tiene una importancia enorme. Si le rechazan, le ignoran, se siente perdido. Si pasas y nadie se fija en ti empezarás a perder lo que has conseguido reunir : tu personalidad. Es algo que tú has creado. No la has descubierto, no es natural. Es artificial y arbitraria.
            No solamente tú eres un mendigo de atención; casi todo el mundo lo es. Y esta situación no cambiará a menos que descubras tu auténtico ser, que no depende de la opinión, atención, crítica o indiferencia de nadie; que no tiene nada que ver con los demás. Como hay muy pocas personas que han sido capaces de descubrir su realidad, todo el mundo está lleno de mendigos. En el fondo todos estáis tratando de que os presten atención; es el alimento de vuestra personalidad. Incluso es aceptable que la gente te censure, te critique o esté en tu contra; por lo menos te están prestando atención.    
            A lo largo de los tiempos, la gente ha tratado de llamar la atención de mil y una maneras. No son maneras necesariamente racionales, por ejemplo, los punkis de Occidente. ¿ Qué quieren realmente cuando se cortan el pelo de una forma rara y excéntrica, y después lo pintan con colores psicodélicos? ¿ Qué están pidiendo? Son mendigos. No deberías enfadarte con ellos, porque eso es lo que quieren provocar. No deberías condenarlos, porque eso es lo que quieren. Sus padres no deberían criticarlos, porque eso es lo que quieren. No pueden sobrevivir sin que la gente les preste atención.
            La atención nutre al ego de una forma desmesurada.
            Mendigar la atención no es solamente tu problema; es una realidad humana. Y el motivo es que dependes de tu personalidad, que es falsa y ha sido creada por la sociedad, y ésta te la puede arrebatar. No dependas de ella. No está en tus manos. Lo que está en tus manos es tu propia individualidad. ¡Descúbrela! Y la ciencia para descubrirlo se llama meditación.
            Cuando te conoces a ti mismo ya no te importan los demás. Si el resto del mundo te olvidara, no te importaría, no tendría la menor importancia; o el mundo entero puede conocerte …, pero eso tampoco te daría un ego. Sabes que el ego es falso, y depender de lo falso es hacer castillos de arena, sin cimientos. Vuestras personalidades son casi como firmas en el agua. No has terminado de firmar y ya ha desaparecido.
¡No dependas de los demás! Sé un ser independiente. Escucha tu voz interna.
            En el momento en que empiezas a acallar y a silenciar tu mente podrás escucharla, no es difícil. Y cuando digo que no es difícil, lo digo con absoluta autoridad: ¡ no es difícil! Si me ha sucedido a mí, te puede suceder a ti, no hay ninguna diferencia. Todos los seres humanos tienen en potencia la capacidad de conocerse a sí mismos. Y cuando te conoces a ti mismo nadie te puede arrebatar tu individualidad. Aunque te maten solo matarán tu cuerpo, no a ti. 
            El individuo es la única persona que se puede liberar de su estado de mendicidad; de lo contrario, seguirás siendo un mendigo toda tu vida. Pero si quieres dejar de mendigar tendrás que renunciar al ego y la personalidad. Tendrás que aprender que no hay nada en la honra, la reputación o la respetabilidad. Son palabras falsas, sin significado, sin contenido. La realidad te pertenece, pero si no la descubres tendrás que depender de los demás.
            Sois emperadores pero os tenéis que descubrir a vosotros mismos. Y este descubrimiento no es complicado : tu reino está en tu interior. Sólo tienes que aprender a cerrar los ojos y mirar hacia dentro. Un poco de disciplina, un poco de aprendizaje para no estar siempre enfocado hacia fuera, sino para poder volverte hacia dentro una o dos veces al día, cuando tengas tiempo… Poco a poco empezarás a ser consciente de tu ser eterno. Entonces la idea de atención  desaparece sin más. El milagro es que un día ya no necesitarás que te presten atención, la gente sentirá tu carisma, porque el carisma es la radiación  de tu propia individualidad. Empiezan  a sentir que eres especial, único…, aunque no puedan señalar en qué consiste tu singularidad, qué es eso que atrae como un imán.
            Las personas que se han descubierto a sí mismas se encuentran con el hecho de que atraen a miles de personas, aunque no lo estaban buscando.  

OSHO 

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