lunes, 29 de agosto de 2011

El Poder de Elegir ???

 Cuestión: ¿Y qué hay de toda esa gente que, según parece, quiere sufrir? Tengo una amiga cuyo compañero la maltrata físicamente, y su relación anterior fue del mismo tipo. ¿Por qué elige ese tipo de hombres, y por qué está eligiendo no salir de esa situación ahora? ¿Por qué tanta gente elige el dolor? respuesta: Sé que el término, “elegir” es uno de los favoritos de los ambientes Nueva Era, pero no es del todo preciso en este contexto. Es equívoco decir que alguien, “elige” una relación disfuncional o cualquier otra situación negativa en su vida. La elección requiere conciencia, un elevado grado de conciencia. Sin ella, no hay elección. La elección comienza cuando dejas de identificarte con la mente y con sus patrones condicionados, en el momento en que puedes estar presente. Hasta llegar a ese punto, eres inconsciente desde el punto de vista espiritual. Eso significa que estás obligado a pensar, sentir y actuar de cierto modo que concuerda con tu condicionamiento mental. Por eso Jesús dijo: «Perdónales, porque no saben lo que hacen”. Esta frase no se refiere a la inteligencia en el sentido convencional de la palabra. He conocido a muchas personas que, aun siendo muy inteligentes y con estudios, eran completamente inconscientes, es decir, estaban completamente identificadas con su mente. De hecho, si el desarrollo mental y la cantidad de conocimiento no están equilibrados con el correspondiente desarrollo de la conciencia, existe un gran potencial de infelicidad y de fracaso. Tu amiga está enganchada en una relación con un compañero irrespetuoso, y no es la primera vez. ¿Por qué? Porque no tiene elección. La mente, al estar condicionada por el pasado, siempre trata de recrear lo que conoce, lo que le resulta familiar. Aunque sea doloroso, al menos es familiar. La mente siempre se adhiere a lo conocido. Lo desconocido es peligroso porque la mente no tiene control sobre ello.
Por eso tu amiga, al estar identificada con su mente, puede que esté recreando una pauta de conducta aprendida en el pasado en la que intimidad y abuso están inseparablemente unidos. Alternativamente, puede estar repitiendo un patrón mental de su primera infancia que afirma que es indigna y merece ser castigada.También es posible que viva parte de su vida a través del cuerpo-dolor, que siempre busca más dolor del que alimentarse. Su compañero tiene sus propias pautas inconscientes, que complementan las de ella. Por supuesto que su situación la crea ella misma, pero ¿quién o qué es el yo que realiza esa creación? No es más que una pauta mental-emocional del pasado. ¿Por qué convertirla en un yo? Si le dices que ha elegido su estado o situación, estás reforzando su estado de identificación mental. ¿Pero es ese patrón mental quien ella es? ¿Es ese patrón mental su yo? ¿Deriva del pasado su verdadera identidad? Enseña a tu amiga a ser una presencia observante detrás de sus ensamientos y emociones. Háblale de su cuerpo-dolor y de cómo liberarse de él. Enséñale el arte de la conciencia de su cuerpo interno. Demuéstrale el significado de la presencia. En cuanto sea capaz de acceder al poder del ahora, y así romper con su pasado condicionado, tendrá una oportunidad. Nadie elige la disfunción, el conflicto, el dolor. Nadie elige la locura. Ocurren porque no hay suficiente presencia para disolver el pasado, porque no hay suficiente luz para disipar la oscuridad. No estás plenamente aquí. Aún no has despertado del todo. Entre tanto, la mente condicionada dirige tu vida.
Asimismo, si albergas resentimiento por algo que hicieron o dejaron de hacer, aún sigues creyendo que tuvieron elección, que podrían haber actuado de otro modo. Siempre parece que la gente tiene una elección, pero eso es ilusorio. Mientras la mente, con sus patrones ilusorios, dirija tu vida, mientras seas la mente, ¿qué opciones tienes? Ninguna. Ni siquiera estás allí. El estado de identificación con la mente es agudamente disfuncional. Es una forma de locura. Casi todo el mundo sufre esta enfermedad en distintos grados. En cuanto te das cuenta de ello, no puede haber más resentimiento. ¿Cómo puedes estar resentido con alguien que está enfermo? La única respuesta apropiada es la compasión.

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