A veces, es mejor dejar que algo se vaya... y comenzar de nuevo.
Hay cosas que nos pasan en la vida que encontramos 
difíciles de aceptar. 
Los recuerdos regresan y nos perturban una y otra vez. 
Cuando algo sucede en nuestras vidas que encontramos difícil 
de aceptar, tenemos que decidir si hay algo que podamos hacer 
para cambiar las cosas. 
Si lo hay, debemos hacer lo que podamosmpara que todo esté de 
nuevo bien. 
Pero si hemos hecho todo lo posible, y en nuestro 
corazón sabemos que ahora no hay nada más que 
hacer, entonces, dejemos que se vaya lo que nos quita la tranquilidad. 
Después de haber repasado los "qué hubiera pasado si" 
y los "por qué", quizás aprendamos una lección valiosa 
y descubramos que si bien fue doloroso, crecimos por 
la experiencia. 
Aprender a dejar ir las cosas,en vez de preocuparnos 
por lo que pudo haber sido, con el tiempo podría ser 
más valioso que aquello que hemos dejado ir. 
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