domingo, 7 de agosto de 2011

los beneficios del sufrimiento

El sufrimiento puede darte muchas cosas que no te da la felicidad. Aun más;
la felicidad te quita muchas cosas. La felicidad te quita todo lo que has
tenido, todo lo que has sido; la felicidad te destruye. El sufrimiento nutre
tu ego,  y la felicidad es fundamentalmente un estado en el que no existe el
ego. En eso radica el problema, el quid de la cuestión. Por eso les resulta
tan difícil a las personas ser felices. Por eso hay millones de personas en
el mundo que tienen que vivir en la desdicha... que han decidido vivir en la
desdicha. Proporciona un ego muy cristalizado. Desdichado, eres. Feliz, no
eres. En la desdicha se produce la cristalización; en la felicidad te
difuminas. Si se comprende esto las cosas resultan muy claras.
La desdicha te hace especial. La felicidad es un fenómeno universal, no tiene nada de especial. Los árboles son felices, como son felices los pájaros y los demás
animales. La existencia entera es feliz, salvo el hombre. Al ser desdichado,
el hombre se convierte en algo muy especial, extraordinario. Con la desdicha
puedes llamar la atención de la gente. Siempre que estás triste te hacen
caso, te quieren, te comprenden. Todos cuidan de ti. ¿Quién querría hacerle
daño a una persona desdichada? ¿Quién envidia a una persona desdichada?
¿Quién quiere ser hostil hacia una persona desdichada? Sería demasiado ruin.


A la persona desdichada la atienden, la cuidan, la quieren. La desdicha
supone una gran inversión. Si la mujer no es desgraciada, su marido tiende a
olvidarse de ella. Si es desgraciada, el marido no puede permitirse faltar a
sus deberes. Si el marido es desgraciado, su mujer, los hijos, toda la
familia, todos los que lo rodean se preocupan por él; es un gran consuelo.
Sientes que no estás solo, que tienes familia, amigos.

Cuando estás enferno, deprimido, los amigos vienen a verte, para consolarte,
para animarte.


Cuando eres feliz, descubrirás que el mundo entero se vuelve
contra ti. A nadie le gustan las personas felices, porque esas personas
hieren el ego de los demás. Los demás piensan: “Conque tú eres feliz y los demás seguimos arrastrándonos en medio de la oscuridad, el sufrimiento, el infierno. ¿Cómo te atreves a ser feliz mientras nosotros sufrimos tanto?”.






El mundo está formado por personas desdichadas, y nadie tiene el valor
necesario para dejar que el mundo entero se ponga en su contra; es demasiado
peligroso, demasiado arriesgado. Es mejor aferrarse al sufrimiento, para
seguir formando parte de la masa. Feliz, eres un individuo; desdichado,
formas parte de la multitud: hindú, musulmana, cristiana, india, árabe,
japonesa.

........

Tu pregunta es significativa: “Por qué ese apego al sufrimiento?”. Existen
razones. Observa tu desdicha, analízala y encontrarás las razones. Observa
esos momentos en los que de vez en cuando te permites la alegría de estar
alegre, y ve la diferencia. Notarás unas cuantas cosas: cuando eres
desdichado eres conformista. A la sociedad le encanta, la gente te respeta,
gozas de gran respetabilidad. Incluso puedes llegar a santo; de ahí que
todos vuestros santos sean unso desdichados. Llevan la desdicha escrita en
la cara, en los ojos. Como son desdichados, son contrarios a toda alegría.
Condenan toda alegría: la consideran hedonismo: condenan toda posibilidad de
alegría por considerarla pecado. Son desdichados y les gustaría que lo fuera
el mundo entero. Y desde luego, solo en un mundo de desdicha se los puede
considerar santos. En un mundo feliz tendrían que hospitalizarlos,
someterlos a tratamiento psiquiátrico. Son casos patológicos.

Yo he conocido a muchos santos, y he estudiado la vida de vuestros santos
del pasado. El 99 por ciento son simplemente anormales, neuróticos o incluso
psicóticos. Pero los respetaban, y eran respetados por su sufrimiento: no lo
olvidéis. Cuantas más desdichas soportaban en la vida, más se los respetaba.


.........

Observa tu desdicha y descubrirás cosas fundamentales. Te proporciona
respeto. La gente es más amable contigo, más comprensiva. Si eres desdichado
tendrás más amigos. Vivimos en un mundo muy extraño; algo va mal. No debería
ocurrir eso; la persona feliz debería tener más amigos. Pero sé feliz y
verás cómo la gente te envidia y deja de ser amable. Se sienten engañados;
tú tienes algo a lo que ellos no pueden acceder. ¿Por qué eres feliz? De
modo que en el transcurso de los siglos hemos aprendido un sutil mecanismo
para reprimir la felicidad y expresar el sufrimiento. Se ha convertido en
nuestra segunda naturaleza. Hay que abandonar ese mecanismo. Aprende a ser
feliz, aprende a respetar a las personas felices y a prestarles más
atención.  Sería un gran servicio a la humanidad. No seas demasiado
comprensivo con las personas desgraciadas. Ayúdalas, pero no seas
comprensivo. No les hagas pensar que la desdicha es algo que vale la pena.

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