Mientras unos viven atrapados en la ejecución despiadada materialista sin cabeza ideológica. Otros viven en un limbo intelectual donde consumen y consumen información, estudian, leen y leen.
Pero su enorme biblioteca de letras sólo se equipara con su atrofiada capacidad de ejecución.
Comprenden todo pero no viven nada.
Tranquilo. Tú no vives en ninguno de esos dos extremos.
Nosotros los normales no somos de extremos.
Atrapados en el medio, los normales vivimos la confusión del siglo.
Trabajamos para consumir. Pero también sabemos más de lo que podemos ejecutar. Sobre-educados y atrapados en el trajín acelerado de la vida moderna, la frustración más cruel es tener lo que se debería tener, ser la mitad de lo que realmente podemos y queremos ser, sabiendo muy bien lo que hay que hacer para lograr lo que queremos ser.
Los normales somos consumistas materiales.....y también intelectuales.
¿Qué es el consumismo intelectual? Pues eso, ya lo dijimos. Saber mucho más de lo que podemos ejecutar. Escudarnos en lo ideal para huírle a lo real. Correr lejos de lo esencial almacenándolo en nuestra cabezota en forma de discursos sofisticados. Engordarnos de letras y conocimiento pensando que el entendimiento nos librará del resgo del hacer. Intelectualizar los fenómenos que no estamos dispuestos a vivir. Ocultarnos en la razón abstracta para huirle al impacto concreto. Eso es consumismo intelectual.
¿Qué estamos proponiendo? Que dejes tus libros de auto-ayuda? Que no estudies tanto? Que dejes de lado el PHD? Que no vayas a 20 seminarios al año? Qué no leas este blog? :)
Pues no. No estamos proponiendo eso. Hay que comprometerse a una vida de aprendizaje....Pero acumular conocimiento es aprendizaje?
No lo es.
De la misma forma que acumular capital no equivale a felicidad, acumular conocimiento no implica que tienes capacidad de aplicarlo en la vida real.
Tampoco estamos diciendo que debes ejecutar todo lo que sabes.
Lo que estamos proponiendo, o más bien, te estamos retando a que pongas un maldito balance más equilibrado entre lo que sabes y lo que haces. Que no uses el conocer como un escondite al hacer.
Lee todo lo que quieras si tu impacto en este mundo es digno de lo que sabes. De lo contrario tira el maldito libro y deja la huella donde la tienes que dejar. Pero YA!
La absorción de conocimiento debe ir acompañada de un filtro que seleccione la ejecución diligente de una parte de él. De lo contrario es consumismo intelectual.
El conocimiento no es escencial, la sabiduría sí lo es.
Las páginas de tu libro no te enseñan coraje ni valentía.
Es en las calles de la vida, ensayando lo que leíste, que aprendes sobre la marcha a tener el valor de evolucionar.
Si en esta era de internet nos ahogamos en información pero nos morimos de hambre por sabiduría, entonces la sabiduría es un activo escaso, exótico, anormal.
¿Y qué es sabiduría?
Es tener las pelotas para aplicar asertivamente el conocimiento que has acumulado.
¿Y cómo puedes ser más sabio?
De todo lo que sabes, hay algo que deberías empezar a hacer ya.
Ocultándote en el conocer y las letras. Leyendo más y más libros sobre eso..., gula de conocimiento. Lo has estado posponiendo, evadiendo, procastinando.
Esa cosa, vé y empieza a hacerla.
Eso es sabiduría. Eso es puto coraje!!
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