Conciencia significa que eres completamente consciente de cualquier cosa que esté ocurriendo en ese momento.
Tú estás presente.
Si tú estás presente cuando surge la ira, la ira no puede surgir.
Solo puede ocurrir cuando estás completamente dormido.
Cuando estás presente, se inicia inmediatamente una transformación en tu ser,
porque cuando tú estás presente, consciente, muchas cosas simplemente no son posibles.
Así pues, de hecho solo existe un pecado, que es la inconsciencia.
El significado original de la palabra pecar es faltar.
No significa hacer algo que está mal, significa simplemente faltar, estar ausente.
La raíz hebrea de la palabra pecado significa faltar.
¿Y la única virtud? Estar completamente alerta cuando haces algo.
Lo que Gurdjieff llama recordarse uno mismo, lo que Buda llama estar correctamente atento, lo que Krishnamurti llama conciencia, lo que Kabir ha llamado surau:
¡Estar ahí! Eso es lo único que hace falta, y nada más.
No necesitas cambiar nada, y aunque intentaras cambiar algo no podrías.
Ya has intentado cambiar muchas cosas en ti. ¿Lo has conseguido? ¿Cuántas veces has decidido no volver a enfurecerte? ¿Qué ocurrió con tus propósitos?
Cuando llega el momento, vuelves a caer en la misma trampa; te pones furioso, y cuando la furia ha pasado, te arrepientes.
Se ha convertido en un círculo vicioso: incurres en la ira, te arrepientes y quedas listo para volver a incurrir.
Recuerda que aunque te arrepientas no estás ahí: ese arrepentimiento también forma parte del pecado. Por eso no ocurre nada.
Sigues intentándolo una y otra vez, y tomas muchas decisiones y te haces muchos propósitos, pero no ocurre nada. Sigues igual. Eres exactamente igual que cuando naciste, sin que se haya producido en ti ni el más mínimo cambio.
No es que no lo hayas intentado, no es que no te hayas esforzado, lo has intentado una y otra vez.
Y fracasas porque no es cuestión de esfuerzo. Esforzarte más no te servirá de nada.
Es cuestión de estar alerta, no de esfuerzo...".
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