Casi todos los días sucede en nuestra vida un cierto tipo de evento que llamamos "coincidencia" . Dos cosas ocurren y por alguna razón, la relación entre ellas nos llama la atención; a esto Jung llama "sincronicidad" .
Cuenta James Redfield que, la cultura humana evolucionaba a través de series de revelaciones de la vida y espiritualidad. Con ellas nos volvemos más conscientes de un proceso espiritual que actúa "entre bambalinas" en la vida.
Esas coincidencias misteriosas asociadas a intenciones repentinas, nos llevarían a una búsqueda particular de información y experiencia, como mostrándonos que un destino predeterminado está pujando para emerger.
Para tratar de comprender la teoría que fundamenta el funcionamiento de las sincronicidades, Chopra comienza adentrándonos en explicaciones simples sobre la física cuántica: cómo funcionan las partículas subatómicas (esas que constituyen la base de todo el universo, visible y no visible). Aparentemente según las demostraciones de Aspect y el teorema de Bell, dos partículas que en algún momento estuvieron juntas siguen interconectadas instantáneamente para siempre, más allá de la distancia que las separe en el universo. Su intercomunicación se establece en el envío de información que viaja entre ellas a una velocidad muy superior a la de la luz: una interconexión instantánea.
Si todo nació del Big-Bang, como afirma la ciencia, todo el universo estuvo junto en ese momento inicial. Por lo tanto se deduce que todos estamos relacionados con todos y con todo; y esto es, tal vez, lo que algunos místicos perciben: ser "Uno" con todo el universo. "Porque todos somos polvo de estrellas", dijo.
"Sincronicidad: coincidencia con significado para la persona que la vive".
Jung, sostenía que la sincronicidad era una ley del universo que actuaba para orientar a los seres humanos hacia el crecimiento de la conciencia.
Las sincronicidades ayudan a reorientar nuestras vidas y a unirnos con nuestro verdadero destino, ese que está claramente emparentado con el "verdadero propósito de la vida".
Campbell, le dio su verdadera dimensión al decir que el viaje del héroe era el de cualquiera de nosotros que elegía buscar su verdadero destino. Llamados a convertirnos en lo que estábamos destinados a ser, alcanzando nuestro propósito vital.
Ahora Bien, de acuerdo con la tradición Védica, hay sólo dos síntomas que permiten definir a una persona que se encuentra en su camino a la iluminación:
La sensación de que las preocupaciones están desapareciendo. No se siente abatido por la vida. Las cosas pueden ir mal, pero eso ya no le molesta más.
En cada área de su vida, comienza a notar un gran número de eventos sincronísticos. Las coincidencias con significado parecen ocurrir con mayor frecuencia cada vez.
"Cuando se buscan conexiones, se acaba encontrándolas por todas partes y entre cualquier cosa. El mundo estalla en una red, un torbellino de parentescos en el que todo remite a todo y todo explica todo. (Umberto Eco)
La sincronicidad funciona utilizando otro tiempo, un tiempo distinto del que tenemos atrapado en nuestros relojes, un tiempo en el que se confunden pasado, presente y futuro.
Estoy convencido, prosiguió, de que dependiente de las interpretaciones encontradas podemos cambiar nuestra visión y objetivo en la vida y, con ello, el tipo de mundo que construiremos.
Claro que, la armonía entre nuestro cuerpo y espíritu es sumamente necesaria para lograr ser lo que nuestra alma desea, logrando así vivir nuestra historia personal como una aventura del universo. Y tener presente que, el mundo que creamos es producto de nuestra forma de pensar.
"Es una locura pensar que el mundo pueda cambiar sin que cambien nuestros modelos mentales". (A. Einstein).
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