El discípulo:
-Vengo a ti con nada en las manos.
El maestro:
-Entonces suéltalo en seguida.
El discípulo:
-Pero ¿cómo voy a soltarlo si es nada?
El maestro:
-Entonces llévatelo contigo.
De tu nada puedes hacer una auténtica posesión.
Y llevar contigo tu renuncia como un trofeo.
No abandones tus posesiones.
Abandona tu “ego”.
-Vengo a ti con nada en las manos.
El maestro:
-Entonces suéltalo en seguida.
El discípulo:
-Pero ¿cómo voy a soltarlo si es nada?
El maestro:
-Entonces llévatelo contigo.
De tu nada puedes hacer una auténtica posesión.
Y llevar contigo tu renuncia como un trofeo.
No abandones tus posesiones.
Abandona tu “ego”.
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